De acuerdo con un análisis, el impacto del COVID-19 en la construcción en Latinoamérica se verá reflejado en una caída del 6.8% en el 2020, lo que representará una mayor contracción en comparación con el pronóstico de mayo, cuando se esperaba una caída del 5.5% en el año.
Antes de la pandemia, la expectativa de crecimiento en la región era de +2.3% en el año. Y frente a la rápida propagación del virus en la región, se espera que la actividad en la construcción disminuya drásticamente en todos los mercados principales, incluidos Brasil, México y Argentina.
La firma de análisis GlobalData destaca que entre los países con mayores afectaciones están Argentina, con una caída del 16%; Perú, con una contracción del 14%; y México, con una caída del 8%. A la lista se unen Brasil, Colombia y Chile, con caídas de entre 4.5% y 6 por ciento.
Dariana Tani, economista de la empresa, afirma que “la extensión de las restricciones de cuarentena junto con el debilitamiento de la actividad económica, las interrupciones de la cadena de suministro y el aumento de los niveles de desempleo, mantendrán las inversiones en niveles muy bajos este año”.
Otros factores clave que afectan a la industria en Latinoamérica son una demanda global más lenta, precios más bajos de los productos básicos, devaluaciones de la moneda, un aumento en las fugas de capital y caídas en los niveles de turismo y remesas.
Hacia el 2021, GlobalData prevé que la industria permanezca débil, disminuyendo 1.7%, antes de recuperarse al 2.4% durante el periodo de pronóstico restante, que considera del año 2022 al 2024; destacó Bimsa Reports en una publicación.