La industria de la construcción tendrá un proceso recesivo más profundo y largo que la crisis anterior. Para 2020 la contracción esperada para el sector es de -13% y su recuperación se podría dar hasta la segunda mitad de 2021.
Así lo afirmó Carlo Serrano, economista jefe de BBVA México, durante la presentación del informe “Situación Inmobiliaria”, donde puntualizó que el sector llegó con mucha debilidad a la crisis del Covid-19.
Indicó que la industria de la construcción comenzó su contracción en 2019, profundizará su caída en 2020 y así se mantendrá por le menos durante la primera mitad de 2021, es decir que el ciclo recesivo del sector durará dos años y medio.
La debilidad desde el año pasado, cuando se contrajo -5% el PIB del sector, obedeció a tres razones fundamentales: la pérdida de confianza de los inversionistas que participan en la industria; hubo una política de cierre de construcción del nuevo gobierno, principalmente en la Ciudad de México; y que cada vez hay menos espacio fiscal para la realización de obras de infraestructura.
Mencionó que, aunque hay obras emblemáticas del gobierno, el total de recursos estimado para inversión pública sigue cayendo, lo que es preocupante porque la capacidad para invertir en infraestructura por parte del gobierno cada vez está más mermada.
Por la debilidad del sector construcción antes de llegar a la crisis derivada del Covid-19 y por los efectos de éste que restan margen de maniobra fiscal para la inversión en infraestructura, los analistas de BBVA México anticipan un escenario de mayor tiempo de duración en la contracción en el sector construcción que en las crisis anteriores del sector.
La caída prevista de -13% para el sector, será la mayor desde la crisis de 1995, lo que irá acompañada de una pérdida estimada de 200 mil empleos.