Con base en juntas de información pública y de manera condicionada, la Agencia de Seguridad Energética y Ambiental (ASEA), autorizó la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco. Pese a la denuncia de organismos ambientales respecto a la falta de información de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), el regulador anunció en un comunicado que “la agencia, como en cualquier otro proyecto bajo su responsabilidad, ha aplicado los estándares más estrictos para la salvaguarda de los bienes y servicios ambientales de la zona”, así como la seguridad de las personas y comunidades.
Por otra parte, detalló que –debido a que el proyecto será construido en sitios aledaños con presencia de humedales, se ha prohibido desviar o interrumpir cualquier flujo de escurrimiento, cauce, arroyos o cualquier flujo de escurrimientos. De la misma manera, deberá mantenerse a salvo la integridad de flujo hidrológico de la zona, por no que no podrá realizar ningún relleno, dejar bordos, ni construcción de infraestructura.
También se ordenó la realización de acciones específicas para la protección de los remanentes de manglar que quedan en el cauce del río Seco, por lo que Pemex deberá monitorear las tasas de cambio de éste mediante el Sistema de Monitoreo de los Manglares de México; en caso de daño a deterioro, Petróleos Mexicanos deberá subsanar cualquier afectación.
Finalmente, el órgano aplicará un Programa de Rescate y Reubicación de Flora con estrategias de reacomodo, reforestación y rescate. Y, en cuanto al cambio climático, se presentará ante la ASEA el Programa de Monitoreo a Variables de Vulnerabilidad con el objetivo de identificar zonas e instalaciones vulnerables a fenómenos hidrometeorológicos.