Precisamente en el municipio de Calakmul, está la Reserva de la Biósfera y la zona arqueológica maya del mismo nombre, que, en 2014 la UNESCO declaró como Patrimonio Mixto de la Humanidad, en la cual viven 26,000 habitantes distribuidos en 84 comunidades, en su mayoría indígenas mayas, choles, chontales, tzotziles, entre otros.
Considerada como el segundo pulmón del continente americano, la Reserva protege más de 723,000 hectáreas de selva, después del Amazonas, es la mayor extensión de bosques tropicales en América.
En Calakmul, a días de que inicien los trabajos de construcción del Tren Maya, los habitantes ven de buena manera el proyecto, pues confían en que será una fuente de trabajo, sin embargo, no han sido consultados y conocen poco el proyecto.
Por su parte, comisarios ejidales señalan que el anuncio de la construcción del Tren Maya ha despertado el interés de particulares en la compra de terrenos y derechos ejidales en las inmediaciones de la Reserva de la Biósfera de Calakmul.
Se estima que por derechos ejidales les están ofreciendo a los habitantes entre 300,000 y 500,000 pesos por sus terrenos.
No obstante, la información del Tren Maya no sólo es desconocida por los habitantes, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Campeche, Antonio Benavides Castillo, dijo que tampoco tienen datos precisos sobre esta obra, según destaca un despacho de MVS Noticias.
De acuerdo con una encuesta que el Gobierno de Campeche le entregó al presidente López Obrador, el 80% de los habitantes de la entidad están a favor del proyecto, pese a que se desconoce cuándo inicia la construcción en el estado.