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La finalidad de un seguro de daños es la restitución del inmueble, la cual no se cumple en México, por lo que se deja al descubierto el patrimonio de las personas, así lo dio a conocer la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), al dar a conocer una evaluación del seguro de daños asociado a créditos hipotecarios, la cual analizó el comportamiento de las diversas coberturas que se ofrecen en el mercado.

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Como conclusión, la dependencia informó que los diversos seguros de daños funcionan de manera ineficiente, considerando el saldo insoluto, por lo que se debe hacer el replanteamiento de las pólizas actuales, que deben igualar como mínimo la suma asegurada al monto del crédito para que la suma asegurada sea suficiente para liquidar el crédito, recuperar el enganche y las mensualidades pagadas.

La dependencia aseveró que para la evaluación se analizaron 20 expedientes reales (pólizas, escrituras, carátulas, etc.) de 11 bancos que otorgaron un crédito hipotecario y que tienen asociado un seguro de daños de 9 aseguradoras (Seguros Inbursa, Zúrich, AXA, Seguros Ve por Más, Zúrich Santander, Seguros Bancomer, Seguros Banamex, Assurant Daños y Seguros Banorte) otorgados en noviembre de 2017, es decir, hace 9 meses.

En el supuesto que ocurriera un terremoto con la consecuente pérdida total de 20 inmuebles, la aseguradora pagaría la suma asegurada registrada en la póliza descontando el deducible y coaseguro, lo que implicaría que el problema al que se enfrentaron en septiembre de 2017 persiste, ya que los usuarios una vez haciendo efectivas las pólizas, quedarían a deber casi el 40% del saldo insoluto, lo que implicaría deber al Banco 18 mdp, perder 32 mdp, e incluso, quedarse sin propiedad.

Respecto a las instituciones financieras, llama la atención que en 13 de los 20 casos, el seguro no cubre el 100% del saldo de los créditos y el usuario pierde enganche, pagos realizados y su propiedad.

De la evaluación, se desprende que las sumas aseguradas deberían ser igual al valor del inmueble (menos terreno y cimientos), toda vez que el costo de la prima está calculado en función al riesgo; en la mayoría de los casos la suma asegurada es menor al monto del crédito, lo que de inicio deja descubierto al acreditado; la diferencia se hace mayor por el cobro del deducible y coaseguro.

El análisis destaca que en promedio, para que el saldo insoluto quede cubierto, tendrían que transcurrir 10 años de amortización, pero, se perderían las mensualidades pagadas y el enganche.

Cabe destacar que en la Ciudad de México hay 2,453,770 inmuebles, de los cuales, 120,069 son créditos hipotecarios con seguro y 187,244 son inmuebles con seguro privado, estas dos últimas cifras suman 307,313, es decir, el 13% del total de inmuebles que cuenta con seguro de daños.