Asimismo se visualiza una creciente demanda de suministro de turbosina, lo cual hace evidente la necesidad de una reforma energética integral para la aviación mexicana, que permita la apertura del mercado y fomente la competitividad con sentido social en toda la cadena, desde la comercialización hasta el expendio, pasando por el transporte y almacenaje.
Mediante “la Reforma Energética se busca transparentar las tarifas volviéndolas más competitivas, derivando así en mayor competencia entre las aerolíneas y disminuyendo el costo de servicio, con el objetivo de que el usuario final pague un precio conforme las mejores prácticas operativas”, explicó la Cámara mediante comunicado de prensa.
Hoy, el precio de la turbosina en México es de 10,321 pesos por metro cúbico (m3), más elevado que el promedio mundial que es de 9,984 pesos/m3; siendo el AICM, el aeropuerto que ostenta el costo más alto de turbosina en todo el país es el AICM, ofertándola en 10,489 pesos/m3. Esta es una de las razones por las cuales transportarse vía aérea hacia el AICM se ha encarecido notoriamente.
Con la Reforma Energética se podrá contar con precios libremente definidos por el mercado, sin restricciones para que las aerolíneas reciban la mejor oferta de los suministradores, traducido esto en costos menores para realizar actividades económicas que promuevan la inversión privada e impacten de manera positiva al consumidor final, convirtiendo más competitiva a la aviación nacional y promoviendo el crecimiento económico del país.