Durante el segundo semestre de 2017 la edificación presentó cuatro meses con tendencia negativa. De hecho el crecimiento anual del segundo semestre fue prácticamente nulo.
Su inicio de año 2018 ha sido alentador al crecer 5.6% en enero y 7.7% en febrero, ambos casos en términos anuales. Si la agregamos que en diciembre creció 7.5% anual, en esos tres meses consecutivos muestra una importante recuperación.
En 2016 este importante segmento de la industria de la construcción creció a un ritmo del 4.4%, pero para 2017 apenas logró un 0.6% de avance.
El año pasado la edificación de vivienda, sobre todo la de niveles más bajos –las que requieren subsidio- contrajeron su producción por el recorte al gasto público; sin embargo, la vivienda media y residencial continuó con buen ritmo de construcción y desplazamiento.
Al arranque del año en curso parece que el tema de la vivienda económica y de interés social se ha estabilizado y los otros segmentos de vivienda media y residencial continúan con su crecimiento. Asimismo, la edificación no residencial, como los son edificios de oficinas, centros comerciales y parques industriales, cuando menos al primer trimestre de 2018 mantuvieron su ritmo de construcción.
Sin embargo, los desarrolladores reconocen que hay cierta expectativa por ver el resultado de las elecciones y dependiendo de las señales que mande el que sea el candidato electo, se acelerará o moderará la construcción de la edificación en el país.