De acuerdo a las cifras, el país cayó cinco lugares en el Índice del WEF, por lo que rumbo a 2020 requerirá 73,977 millones de dólares como requerimiento básico de inversión anual.
Lo anterior fue debido a que de seis componentes que integran el índice, solo en uno registró progreso y fue el de carreteras, que avanzó seis lugares en comparación con el ranking 2016-2017, para ubicarse en la posición 52, y subir seis lugares.
En contraparte, la infraestructura ferroviaria registró la mayor caída, al descender siete escalones y quedar en el lugar 65; le siguió el rubro aeroportuario que bajó seis niveles, para llegar del lugar 61 al 67.
La causa más relevante de estas caídas, de acuerdo con el reporte del Ceesco, fue "la reducción de recursos públicos para el desarrollo de infraestructura y para su mantenimiento".
De acuerdo con el centro de estudios de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), la inversión pública en este rubro como porcentaje del PIB pasó de alcanzar 5.5% en 2009 al pasar a 2.5% al primer semestre de 2017.
El centro proyectó además que México requiere una inversión de al menos 5% del PIB nacional, es decir, 73,977 millones de dólares (mdd) al año entre 2018 y 2030 para mejorar su infraestructura, donde cerca de 50% se destine a Energía, con 31,158 millones de dólares.