Este proyecto, el primero de su tipo que se realiza para la importación de productos refinados en el marco de una reforma energética, cuya inversión requerida ronda los 100 millones de dólares, tendrá capacidad para 1.4 millones de barriles y se espera que inicie operaciones en 2018.
La terminal se ubicará en el Nuevo Puerto de Veracruz, en el Golfo de México, y manejará principalmente gasolina, diésel y turbosina.
La empresa energética será responsable de la implementación del proyecto, el cual incluye la obtención de permisos, ingeniería, procura, construcción, financiamiento, operación, mantenimiento y prestación de servicios.