En el caso de EU destaca que quien gane la elección podría enfrentar un gobierno dividido, lo que plantea dudas sobre la rapidez con la que podría obtener la autorización para un proyecto de ley, o qué tan grande sería.

Con todo, la elección presidencial de EU está entrando en la recta final y destaca que los inversionistas están calibrando las implicaciones potenciales de inversión de los planes propuestos por los candidatos, especialmente en infraestructura, un tema en el que probablemente se hará hincapié durante la próxima administración.

El interés por la infraestructura también se observa en otros países desarrollados; entre los temas que influyen en ello destacan la política monetaria de bajas tasas de interés, un entorno de bajo crecimiento, y la debilidad del estado de la infraestructura por lo que utilizar la ayuda federal para reparar puentes y carreteras, y otros proyectos podría ser un medio para aumentar la productividad y fomentar el crecimiento económico.

Un informe del instituto de inversiones de BlackRock sugiere que un aumento en el gasto del gobierno puede añadir hasta un 2% del producto interno bruto (PIB), dependiendo de en qué parte del ciclo económico se produce el gasto (probablemente más durante una recesión).

Fuente: Build on insight, de BlackRock (Heidi Richardson).

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