Para los trabajadores esto representa una pérdida de millones de horas de trabajo y convivencia familiar, lo que se traduce en más estrés, agotamiento físico e incluso deserción laboral.
Buscando incentivar nuevas estructuras de trabajo, hace casi una década se importó a la Ciudad de México el modelo de trabajo coworking, que permite a profesionales independientes, emprendedores y pymes, de diferentes sectores, compartir un mismo espacio de trabajo (físico y virtual), para desarrollar sus proyectos profesionales.
Y ante la creciente demanda de espacios de coworking en la CDMX, nació Distrito Central que ofrece flexibilidad para trabajar en espacios de trabajo ubicados en Reforma, Toreo, Polanco, Condesa y Roma; todos acondicionados con las herramientas necesarias para realizar las actividades laborales, internet, líneas telefónica, salas de juntas, etc.
Los espacios pueden ser rentados por hora o a través de membresías mensuales o anuales.
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