Raúl Murrieta, subsecretario de Infraestructura de la SCT, señaló que la licitación fue declarada desierta porque los consorcios buscaban hacer cambios a ciertos supuestos del modelo de contratación en busca de un mayor retorno que al final hicieron que ambas propuestas fueran desechadas.
En este sentido, el funcionario dijo que desde un inicio sabían que se trataría de un proceso ‘muy apretado’ con una tasa interna de retorno muy baja, pese a la cual varias empresas decidieron continuar adelante y también la misma dependencia.
Por otro lado, las empresas hicieron viable el proyecto financieramente al considerar una tarifa máxima por kilómetro superior a la que había fijado la Secretaría y en otro caso, recursos públicos para financiar el proyecto.
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