Dicha carretera puede brillar en la oscuridad, gracias a la fase de pruebas del proyecto Smart Highway, el cual surge de una colaboración entre el artista Daan Roosegaarde y Hans Goris, gerente de la firma de Ingeniería Civil Holandesa Heijmans, con el objetivo de instaurar carreteras más sostenibles e interactivas, que utilicen la luz solar como principal materia prima.
La prueba determinará si la fotoluminiscencia es una alternativa eficiente al alumbrado público y si la inversión en el esquema de iluminación está justificada.
La idea original fue propuesta en 2012, y también contempla la integración de sensores de temperatura que activarán, por ejemplo, indicaciones de que el trayecto es resbaloso debido a la presencia de copos de nieve, aunque eso corresponde a la siguiente etapa del concepto.
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