Si esta tendencia se consolida, el equipo de cómputo y la electrónica podrían liderar una nueva era de integración comercial entre México y Estados Unidos, desplazando al sector automotriz como motor principal del intercambio.
Por primera vez en más de una década, el sector automotriz ha dejado de ser el principal motor de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, dando paso a la industria del equipo de cómputo y componentes electrónicos.
Este giro no es menor. México transitó de una etapa dominada por las exportaciones de televisores y aparatos electrónicos (2002–2013), a otra impulsada por el sector automotriz (2014–2024), y ahora parece iniciar una nueva era encabezada por el equipo de cómputo.
Siller destaca que el viraje no solo obedece a los anuncios de nuevos aranceles, sino a los que efectivamente se están aplicando. Mientras que el sector automotriz sí está pagando los aranceles establecidos, el capítulo 84 no ha sido afectado por los nuevos gravámenes del IEPA (vinculados a temas como el fentanilo o la migración), que contemplaban un arancel de 25% desde marzo. Aunque este tipo de productos no cuenta con cobertura plena bajo el T-MEC, actualmente no se les está cobrando dicho arancel.
Este contexto está impulsando el crecimiento del sector de fabricación de computadoras en México, al grado de convertir al país en el principal proveedor de estos productos a Estados Unidos.
Según Banco Base, en los primeros cinco meses del año, las exportaciones mexicanas hacia EE.UU. crecieron en 12 mil 912 millones de dólares respecto al mismo periodo de 2024. México se mantiene como el socio comercial número uno del país vecino, con una participación del 14.63% del total importado, por delante de Canadá (11.23%), China (9.90%), Irlanda (5.59%) y Suiza (4.78%).