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A pesar de la incertidumbre económica global y las tensiones geopolíticas, México se posiciona como uno de los destinos más atractivos para el nearshoring a nivel mundial, gracias a su red de tratados internacionales, su cercanía con Estados Unidos y su capacidad industrial instalada.

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Así lo destacó Ari B. Saks, associate partner de Impuestos y coordinador de los Servicios de Inversión en Nearshoring para EY México, al afirmar que el país tiene una nueva oportunidad para consolidarse como un hub estratégico de manufactura y servicios.

 

“Las empresas que logren obtener el certificado de origen mexicano podrán aprovechar los 14 acuerdos comerciales que dan acceso preferencial a más de 50 países, incluyendo la Unión Europea”, subrayó.

 

En este contexto, identificó a los sectores mejor posicionados para capitalizar las inversiones derivadas del nearshoring:

  • Manufactura avanzada, en particular los sectores automotriz, autopartes, aeroespacial, eléctrico-electrónico y dispositivos médicos.
  • El sector logístico y de distribución, fundamental para el manejo de cadenas de suministro más ágiles y regionalizadas.
  • En el ámbito de los servicios, se destacan los centros de investigación y desarrollo y los centros globales de servicios compartidos.

Además, subsectores industriales como el estampado, maquinado, troquelado y la inyección de plásticos serán altamente beneficiados, ya que forman parte de los procesos esenciales en cadenas de producción internacionales que buscan relocalizar operaciones en México.

 

 

Saks también enfatizó que, si bien el nearshoring presenta grandes oportunidades, existen desafíos que las empresas deben enfrentar con estrategia y análisis. Según una encuesta realizada por EY, el 24% de los empresarios considera que el escenario económico global es uno de los mayores desafíos externos, mientras que el 21% menciona los cambios geopolíticos como otro factor de riesgo importante.

 

Por ello, recomendó a las empresas tomar decisiones informadas y proactivas, que incluyan:

  • Análisis geoestratégico y de riesgo geopolítico, para anticipar cambios regulatorios y comerciales.
  • Evaluación de impacto arancelario y de manejo de efectivo, mediante un análisis profundo de los flujos financieros y físicos.
  • Revisión de estrategias de comercio exterior, para asegurar cumplimiento con reglas de origen y aprovechar beneficios del T-MEC y otros tratados.
  • Consolidación de estrategias de mitigación de riesgos aduaneros y fiscales, enfocadas en comprender la complejidad normativa y evitar disrupciones en el suministro.

 

El especialista de EY México destacó que el “Plan México”, impulsado por diversos actores públicos y privados, refleja el compromiso del país para convertirse en una plataforma atractiva para nuevas inversiones globales.

 

La clave, concluyó, está en actuar con calma, pero sin pasividad: Anticiparse, adaptarse y aprovechar las fortalezas locales para integrarse en un entorno global cambiante.