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A pesar de las intensas negociaciones lideradas por el secretario de Economía mexicano, Marcelo Ebrard, México no logró evitar la aplicación de un arancel del 25% a sus exportaciones de acero y aluminio hacia Estados Unidos.

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A pesar de los esfuerzos diplomáticos, México no logró evitar la aplicación de un arancel del 25% a sus exportaciones de acero y aluminio hacia Estados Unidos, el cual comenzó a regir a partir de la medianoche del 12 de marzo, hora de Washington DC (10 de la noche, hora de México).

 

El presidente estadunidense, Donald Trump, resolvió mantener esta medida, que afectará a todos los países sin distinción.

 

Por su parte, el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, encabezó las negociaciones en Washington, donde intentó negociar una exención para su país, pero no obtuvo resultados favorables.

La presión por parte de Estados Unidos se intensificó, especialmente después de que el presidente Trump generara tensiones con Canadá y negara una excepción a Australia.

Con esta decisión, México se une a otras economías, como China y Canadá, que también se verán gravemente afectadas.

Se estima que el comercio entre México y Estados Unidos relacionado con estos metales podría alcanzar un total de 34,830 millones de dólares en 2024, lo que coloca al país en el segundo lugar de los afectados, solo detrás de China, de acuerdo con una nota publicada por el diario El Economista.

 

Tendrá el nuevo arancel repercusiones en productos diversos, tales como automóviles, electrodomésticos, estructuras para la construcción, y otros derivados del acero y aluminio, incluidos paneles solares, latas y vehículos.

 

El subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, publicó un comentario en la red social X poco antes de que los aranceles comenzaron a aplicarse, en el que indicó que la medida reflejaba un giro hacia el "proteccionismo comercial", una política que había sido fundamental en los inicios de la economía estadunidense.

 

 

Aunque más tarde borró su mensaje, Gutiérrez destacó que los aranceles no eran una medida dirigida exclusivamente contra México, sino parte de un nuevo modelo económico mundial en el que la seguridad económica predomina sobre la competitividad y los precios.

Dicho enfoque, según el funcionario, implica un cambio fundamental en el diseño del comercio internacional, lo que obliga a los países a adaptarse a un escenario donde la seguridad económica se convierte en el principal motor de la política comercial.

 

Se prevé que México adopte medidas para mitigar el impacto de los aranceles y proteger su sector industrial.

 

México fue uno de los principales exportadores de derivados de aluminio a Estados Unidos en 2024, lo que hace que el impacto de los nuevos aranceles sea considerable para la economía mexicana.

No obstante, las autoridades estadunidenses precisaron que estos aranceles solo se aplicarán al contenido de acero y aluminio en los productos derivados, lo que podría reducir parcialmente el impacto en algunos casos.