Uno de los temas clave que está impulsando el desarrollo de México es el nearshoring. Este fenómeno trasciende cuestiones de energía o gas natural, y se apoya en una de nuestras mayores fortalezas: la fuerza laboral. La mano de obra mexicana es altamente competitiva a nivel global, pero reconocemos la necesidad de seguir desarrollando este talento. Para ello, estamos colaborando estrechamente con instituciones académicas, con el objetivo de convertir a México en un verdadero semillero de talento especializado.
México cuenta con ecosistemas industriales robustos, como el sector automotriz, donde ocupamos el 5.º lugar a nivel mundial. Con la adopción de la electromovilidad, estamos en camino de ascender a los primeros tres lugares.
También, el país destaca en diferentes sectores económicos estratégicos, por ejemplo: somos el 12º país en proveeduría aeronáutica, el 6º en agroindustria y líder en minería, ocupando el primer lugar en producción de plata y posiciones destacadas en la extracción de otros metales. Todos estos logros reafirman la diversidad y competitividad de nuestra economía.
El nearshoring está atrayendo a empresas de Asia y Europa que buscan estar más cerca de las grandes cadenas de suministro, creando una gran oportunidad para las Pymes. Este es el momento para que las pequeñas y medianas empresas se integren y crezcan junto a las grandes multinacionales.
No hay duda de que el diálogo y la búsqueda de puntos de coincidencia han sido fundamentales en este proceso. En el sector empresarial, buscamos siempre escuchar y entender para poder construir consensos que nos permitan trabajar en armonía. Esa armonía se traduce en inversiones, como los 42 mil millones de dólares comprometidos por empresas nacionales y extranjeras para los próximos años. Este es un claro ejemplo del atractivo de México y de que las inversiones seguirán multiplicándose.
El año pasado, rompimos récords con una Inversión Extranjera Directa (IED) de 36 mil millones de dólares, lo que refuerza el Mexican Moment que estamos viviendo.
Como región, junto con Estados Unidos y Canadá, conformamos un mercado de más de 500 millones de consumidores, siendo el bloque comercial más importante del mundo.
Si bien reconocemos que aún existen retos, especialmente en el Sur-Sureste, proyectos como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) son clave para impulsar el desarrollo de estas regiones rezagadas y crear nuevas oportunidades de inversión y crecimiento.
* Presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE)