El gobierno federal combate el tráfico de fentanilo “como nadie”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el opioide que afirman las autoridades de Estados Unidos ha causado cientos de muertes por sobredosis en su país.
“En el tiempo que llevamos es cuando más se ha confiscado fentanilo, seis toneladas, y hagan la cuenta: por cada kilo de fentanilo es un millón de dosis, y lo que hemos decomisado son seis toneladas, 60 mil kilos, no lo ha hecho nadie”, dijo el presidente en conferencia.
El gobierno de Estados Unidos ha elevado tanto la presión por el tráfico de este opioide sintético, que ayer llegó a México Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, quien sostuvo una reunión con López Obrador, en la que también hablaron del tráfico de armas.
Sobre el tema de la intervención del ejército estadounidense en México para combatir a los cárteles de la droga, adelantó que la próxima semana el canciller Marcelo Ebrard Causabon se reunirá en Washington con los cónsules mexicanos en Estados Unidos para armar una estrategia.
“Vamos nosotros a defender nuestra soberanía y el presidente (Joe) Biden no tiene esa postura, son estos legisladores republicanos, y si siguen ofendiendo a México nosotros vamos a seguir denunciándolos y le vamos a pedir a nuestros paisanos que no voten por ellos”.
Sedena realiza labor de inteligencia
El presidente de México también defendido el trabajo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), aunque en un tema más sensible, pues trascendió que espió a un defensor de derechos humanos en Tamaulipas, por lo que afirmó que la dependencia no espía, realiza una labor de inteligencia.
“Se tiene que hacer investigación, que no espionaje que es distinto, el Instituto de Inteligencia (CNI) hace investigación, porque nosotros sostenemos que es muy importante hacer la investigación, inteligencia, para no usar la fuerza”, dijo sobre la labor de los militares y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Al afirmar que “no es el tiempo de los gobiernos neoliberales”, reiteró que no hay instrucción para espiar a ningún opositor o periodista, porque independientemente de que es un acto de deshonestidad y falta de principios, todos los medios, “con honrosas excepciones”, están en contra de la transformación.