Entre el 2016 y el 2021, BID Invest, el brazo privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha destinado más de 26 mil millones de dólares en financiamiento climático para América Latina y el Caribe (ALC), alrededor del 60% de la financiación medioambiental destinada a la región por parte de los bancos multilaterales de desarrollo.
De ese total, 8 mil 300 millones han sido para la adaptación y la resiliencia climática; la contribución de banco a la adaptación creció de 400 mil dólares a 105 mdd en los últimos cinco años, señaló el organismo internacional en el nuevo estudio para la región ‘Planificación de la adaptación a largo plazo en América Latina y el Caribe’.
Según el estudio del BID, invertir en planes de adaptación de largo plazo puede salvar vidas, bienes materiales presentes y futuros, y prevenir o reducir daños y pérdidas causados por el cambio climático. Se estima que cada dólar invertido en infraestructura resiliente genera hasta cuatro dólares en beneficios económicos.
Por su parte, el laboratorio de innovación BID Lab impulsa soluciones climáticas innovadoras para emprendedores, como ‘Regenérate’, el primer fondo para desarrollar el ecosistema emprendedor que creará oportunidades de negocio de bioeconomía en fase de desarrollo temprano en la región amazónica.
Para el BID, México ha adoptado sólidas políticas climáticas nacionales (enmarcadas en la Ley General de Cambio Climático), amplios acuerdos institucionales e instrumentos legales y regulatorios (incluyendo programas de coordinación federales y subnacionales y grupos de trabajo público-privados) que crean un entorno favorable para diseñar y promover la planificación de la mitigación y adaptación a largo plazo.
“Promueve los procesos de adaptación a nivel territorial considerando el proceso de adaptación que incluye las fases de evaluación de la vulnerabilidad ante el cambio climático, el diseño de medidas de adaptación, la implementación de las medidas y el monitoreo y evaluación de estas”, indicó en su estudio.