|  

Para la FAO y OCDE, la región está expuesta a las fluctuaciones de los mercados agrícolas mundiales y los precios de los alimentos.

13 No me gusta0

 

La incertidumbre económica que actualmente se vive en el mundo como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania agrava las perspectivas de crecimiento de América Latina y el Caribe (LAC), y por lo tanto está en riesgo su seguridad alimentaria.

El PIB per cápita de la región alcanzaría los 10 mil 190 dólares en el 2031, un 23% menor al promedio mundial y es apenas un 3% mayor a los niveles que tenía en el 2014, lo que supone un riesgo porque LAC está expuesta a las fluctuaciones de los mercados agrícolas mundiales y los precios de los alimentos.

 

América Latina y el Caribe posee abundancia de recursos naturales, lo que la convierte en uno de los mayores productores y exportadores de alimentos a nivel mundial.

 

Además, la desigualdad de los ingresos y el acceso de los alimentos ponen un gran desafío para reducir la inseguridad alimentaria en la región, dijo Sergio Araujo, economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), publicó El Economista.

En la presentación del informe ‘Perspectivas Agrícolas 2022-2031’ de la FAO en colaboración con la OCDE, agregó que lo anterior es contradictorio porque LAC posee abundancia de recursos naturales y por lo tanto es de los mayores productores y exportadores de alimentos a nivel mundial.

 

 

Mario López Roldán, director del centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México para la región, comentó que los precios de los alimentos han alcanzado niveles récord este año y el impacto de la guerra puede aumentar el precio del trigo en 19 por ciento.

Este panorama complicaría las economías, sobre todo para las personas más vulnerables que vienen de una fase dura con la pandemia. Cabe mencionar que en agosto, la inflación de los alimentos, en el promedio de países de la OCDE fue de 15% anual.

 

 

En este sentido, el informe detalla que en el 2030 no se cumpliría el objetivo de ‘Hambre Cero’ de la ONU, mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura seguirían en aumento. Para lograr la meta de la ONU la producción agrícola tendría que aumentar un 28% durante toda la década.