En los dos meses recientes, los analistas consideran que el ajuste a la baja ha sido atribuido principalmente al repunte de la inflación y a los efectos de la ola de contagios por el ómicron, pero no son los únicos factores.
De acuerdo con el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado de manera conjunta por el INEGI y el Banco de México (Banxico), en diciembre cayó -1.6% y en enero se contrajo -0.9% de acuerdo a cifras ajustadas por estacionalidad (variación mensual).
Indicaron que “a lo largo del proceso de recuperación, la confianza ha perdido poder como predictor de la situación económica y muestra de ello es que mientras que el indicador general avanzó 6.3% en el segundo semestre de 2021, el PIB mexicano permaneció estancado. No obstante, los cambios bruscos de tendencia, como el que se ha experimentado en los últimos 2 meses, mantienen una conexión más estrecha con la situación que prevalece en la economía, por lo que los resultados de enero contribuyen a la sensación de preocupación sobre la perspectiva”.
De acuerdo con los indicadores publicados por el INEGI, aquellos que evalúan la situación actual del país fueron los que mostraron mayor afectación, en tanto los indicadores que se consideran complementarios tuvieron ajustes de menor proporción. Desde abril de 2020, el primer meses de confinamiento al arranque de la pandemia, no se veía una caída generalizada en todos los componentes de la confianza del consumidor.