Las cifras muestran que la recuperación de cuatro trimestres consecutivos de crecimiento se interrumpió, por lo que la expectativa de que la actividad económica regrese a los niveles prepandemia se rezaga.

En opinión de los analistas de Monex, “los datos publicados hoy aumentan la incertidumbre sobre el panorama económico, pues el estado que guarda la actividad es muy distinto al que se proyectaba hace tan solo unos meses. El impulso automático que se recibió tras la normalización de las actividades luego de la etapa más intensa de la pandemia parece haberse agotado”. Agregaron que “el país requerirá de nuevos catalizadores para cerrar la brecha que nos mantiene en niveles de producción de 2016”.

En Banorte, los analistas consideran que “los principales vientos en contra incluyeron el deterioro en condiciones sobre el COVID-19, restricciones de oferta persistentes, mayores presiones en precios y otros efectos adversos tales como disrupciones del clima. Por el contrario, hubo cierto impulso de mayor demanda, tanto desde afuera como en el frente doméstico”.

Sobre el desempeño mensual de septiembre, indicaron que “a pesar de mayores niveles de movilidad y confianza, estas cifras son consistentes con renovadas dificultades y precaución por el COVID19 así como retos derivados de una mayor inflación”.

Concluyeron que mantienen su estimado del PIB para todo 2021 en 5.7%, pero con ligeros riesgos a la baja tras el reporte. “Los datos ya publicados del 4T21 muestran señales de mejoría, en línea con nuestra visión de que la recuperación continuará”.

En términos anuales, el IGAE avanzó 0.9% en septiembre, mientras que el PIB del tercer trimestre creció 4.5% anual. En forma acumulada, el PIB de enero a septiembre presenta un rebote de 6.1% respecto al mismo periodo del año pasado.