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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, señaló que la economía en el país registró en el periodo enero-marzo una contracción anual de -1.6%.

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La economía de México registró en el periodo enero-marzo una contracción anual de -1.6%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); sin embargo, si se le quita el efecto positivo del año bisiesto el ajuste fue de -2.4%, para ser la mayor caída desde 2009, determinado la por la debilidad de los sectores industrial y servicios.

Considerando cifras trimestrales (también -1.6%), se ligaron cinco caídas consecutivas con datos ajustados, algo no visto ni en la crisis de 2008-2009. Por dónde se le vea es un resultado negativo.

De acuerdo con analistas de Banorte, el desempeño ya había sido débil en los primeros meses del 2020, pero cayó drásticamente al final del trimestre, impulsado por los esfuerzos para contener el contagio del COVID-19, tales como lo son las medidas de distanciamiento social.

Indicaron que los primeros sectores en reaccionar fueron aquellos relacionados al sector externo, particularmente ante las disrupciones a las cadenas de suministro en enero y febrero cuando el virus estaba impactando China. No obstante, esto se tornó más local una vez que los casos fueron reportados en nuestro país, detonando medidas que provocaron que las actividades no esenciales se detuvieran.

“Esperamos que la actividad se desacelere aún más en el 2T20, completamente resintiendo el impacto global y local de las disrupciones que emanan de los esfuerzos para combatir el virus. En este sentido mantenemos nuestro estimado de una contracción de -7.8% en el PIB del 2020”.

Por su parte, analistas de BX+ consideraron que “pese a que el paro en actividades no esenciales en México comenzó a finales de marzo, la lectura pudo reflejar efectos del distanciamiento social autoimpuesto por parte de la población y menor demanda externa, por paros en la actividad en otros países”.

Como implicaciones, opinaron que “la fragilidad mostrada por la actividad previo al choque y la modesta respuesta fiscal ante la pandemia aportarán a una profunda contracción en la economía mexicana, así como a una lenta y modesta recuperación. Uno de los sectores más afectados serán los servicios (cierre comercios, distanciamiento social, pérdida empleos). En línea con ello, anticipamos una caída del PIB de -4.2% anual real para 2020, seguido de un rebote de 1.6% en 2021”.