Considerando que la cifra del primer trimestre se ajustó a un crecimiento de 2.8% anual, durante el primer semestre México creció a una tasa de 2.3% respecto al periodo enero-junio del 2016, de acuerdo con las cifras preliminares del INEGI.
Durante el segundo trimestre en particular, el sector interno fue la base del impulso, debido a que el sector servicios (terciario) avanzó a un ritmo anual de 3.2%, mientras el sector secundario (industrial) retrocedió -1.0% y el sector primario colaboró con un avance de 0.7 por ciento.
En opinión de los analistas de Banorte, “el reporte de hoy refleja la mayor fortaleza de la economía mexicana durante el segundo trimestre del año derivado de los siguientes factores: (1) Menor incertidumbre en torno al impacto de las políticas que desea instrumentar la administración de Donald Trump en torno a México; (2) la recuperación que ha registrado el sector manufacturero; y (3) el mayor dinamismo del gasto de los hogares mexicanos, lo cual se ha reflejado principalmente en el crecimiento de los servicios. En este contexto, mantenemos nuestro estimado de crecimiento para la economía mexicana en 1.9% durante 2017”.
Sin embargo, apuntaron que a pesar del mayor dinamismo que ha registrado la actividad económica en nuestro país, consideran que persisten riesgos que derivarán en un menor dinamismo económico hacia delante. En particular, prevén una desaceleración marginal del consumo privado ante la trayectoria ascendente de la inflación, lo cual estará compensado parcialmente por el dinamismo del empleo, así como del crédito bancario al sector privado. “No obstante éste continuará siendo uno de los principales motores de crecimiento de la economía mexicana”, concluyeron.