Las autoridades regulatorias de los Fideicomisos de Inversión de Bienes Raíces (Fibras) flexibilizaron la regla que limitaba el nivel de endeudamiento de éstas, por lo que podrían incrementarlo si la Asamblea General de Tenedores así lo decide.
Originalmente, los fideicomisos inmobiliarios públicos debían cumplir con un límite de endeudamiento (apalancamiento) de 50%, medido a través de la relación pasivos totales sobre activos totales.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) anunció el pasado 10 de diciembre, a través del Diario Oficial de la federación, cambios en la regulación de las Fibras, fundamentalmente eliminó el tope regulatorio de endeudamiento y ahora permitirá que sea la Asamblea General de tenedores de cada fideicomiso quien determine cuál será su límite de endeudamiento, así como el índice de cobertura del servicio de la deuda.
La autoridad puntualizó que la medida surge porque “las emisoras se han visto condicionadas en su capacidad de financiamiento, lo cual afecta sus inversiones y rendimientos, viéndose obligadas a financiar inversiones inmobiliarias de larga maduración, con préstamos de corto y mediano plazos que redunda en inversiones ineficientes y encarecen el costo en la contratación de deuda”.
Dada la crisis sanitarias que vivimos y que ocasionó cierres de centros comerciales y espacios de oficinas, principalmente, y en mucho menor medida de espacios industriales, diversas fibras se verán beneficiadas al poder recurrir a fuentes de fondeo adicionales para enfrentar la situación adversa de su operación, toda vez que tendrán mucho mayor campo de manobra en capital de trabajo o para refinanciar pasivos debido a los bajos niveles de tasas de interés actuales.
/Con información de El Economista./