El estancamiento de la economía mexicana en 2019 y el proceso recesivo de la industria de la construcción, propició una fuerte contracción en la demanda de materias primas del sector por lo que los precios de éstas experimentaron estancamiento a lo largo del año recién terminado.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los precios productor de la construcción decrecieron -0.05% en 2019, que contrasta con el repunte de 10.28% que observó en 2018.
Este ajuste en los precios de las materias primas de la industria de la construcción es el más importante desde el ciclo recesivo que vivió el sector en 2009-2010. El Cetro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO), anticipó desde mediados de 2019, que en caso de continuar la caída en los índices de producción de la industria, como sucedió, se corría el riesgo de terminar con deflación en las materiales e insumos del sector.