Jumeirah Marsa Al Arab emerge como el capítulo final de una trilogía náutica, completando una narrativa simbólica que conecta las olas, el viento y el horizonte. Diseñado por Killa Design, este resort futurista se sitúa entre dos leyendas: El Jumeirah Burj Al Arab, con su estructura de vela, y el Jumeirah Beach Hotel, inspirado en el movimiento de las olas.
Se siente el recorrido a través del resort, como la cubierta de un yate, con salones, bares y restaurantes que conducen a 386 habitaciones y 82 residencias, todas con la elegancia atemporal de los yates Riva de los años 60.
Sostenibilidad y naturaleza integrada
Más que un resort de lujo, Jumeirah Marsa Al Arab es un compromiso con el medioambiente. Terrazas autosombreadas reducen el consumo de energía hasta en un 40%, mientras que un sistema de reciclaje de aguas grises se encarga del riego y el paisajismo. Más de 3 mil 100 palmeras y 260 mil arbustos se entrelazan con la arquitectura, creando un oasis verde que respira con el entorno.
Residencias que redefinen el lujo
Cada habitación, diseñada en colaboración con HBA, AvroKO y LTW Designworks, ofrece un refugio privado con terrazas de al menos 22 metros cuadrados, integrando el espacio habitable con el paisaje circundante. Las suites Presidencial, Real y Perla destacan por su diseño residencial más que hotelero.
La Suite Real, con una terraza flotante de 310 metros cuadrados y piscina privada, ofrece vistas panorámicas del mar, mientras que la Suite Perla cuenta con una terraza envolvente y cocina para 80 invitados.
Un viaje arquitectónico a través del tiempo
Este nuevo resort no solo se inspira en el mar, sino también en la evolución arquitectónica de Dubái. Desde las formas tradicionales de Al Qasr y Mina Al Salam hasta la modernidad de Jumeirah Al Naseem, Jumeirah Marsa Al Arab representa el capítulo futurista de esta costa en constante transformación.