El arquitecto Antoine Predock propone un proyecto para el Sendero Ferroviario de Albuquerque, una ruta de usos múltiples que conectará destinos clave en el centro de la ciudad de Nuevo México.
La intención es combinar la utilidad de los senderos peatonales y para bicicletas con la cultura e historia de la región, fomentando la recreación saludable, la expresión cultural y el desarrollo económico.
El sendero de 7 millas está diseñado para conectar destinos clave en el centro de la ciudad: el Centro Cultural Hispano de la Nación, la Ciudad Vieja, el BioPark y el Centro Cultural de los Pueblos Indígenas.
La compleja cultura e historia de la región serán reflejadas mediante zonas distintas a lo largo de la ruta, “auras”, que contienen “plazitas” o puntos de acceso y lugares de encuentro comunitario.
Según la visión del renombrado arquitecto, cada plazita también incluirá una expresión digital de la zona, con música, personas y alimentos, es decir, la esencia de las personas de la ciudad: el aura.
Además, el personaje principal en el diseño será el cardo rodante, la planta nativa que representa el arraigo y el avance al mismo tiempo, al establecer raíces y mantener la humedad en el suelo antes de transformarse.