La arquitecta Lina Ghtomeh diseñó el taller Maroquinerie de Louviers en dicha localidad francesa, para la marca de lujo Hermès. Cuenta con una fachada completamente de ladrillos y poca madera, lo que le ha valido para tomar el título de ser el primer edificio de uso industrial en lograr la etiqueta medioambiental más alta de Francia.
Maroquinerie de Louviers es el nuevo lugar de trabajo de 260 artesanos que se encargarán de producir bolsos y artículos de piel, así como sillas de montar y bridas para equitación, marcando así también el primer taller ecuestre de Hermès fuera de París.
Al respecto, Lina Ghotmeh dijo: “El diseño del proyecto es un tributo al caballo. El diseño de la fachada está finamente orquestado por estos arcos que recuerdan la ligereza de los saltos […] Además del hecho de que la construcción de ladrillo habla de un material local”.
La arquitecta también pensó en todo para que el taller utilizara la mayor cantidad posible de luz y ventilación natural, y así evitar la necesidad de luz y calefacción artificiales. Es así, como se calienta con energía geotérmica de 13 sondas que alcanzan una profundidad de 150 metros; por otro lado, la energía es proporcionada por 2 mil 300 m2 de paneles solares.
En el sitio, el arquitecto paisajista Erik Dhont utilizó el suelo excavado para los cimientos para instalar tres hectáreas de jardines que buscan preservar la biodiversidad; cuentan con un sistema de captación de agua de lluvia.