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Orteu Riba propone el reto de vivir en un edificio discreto, tranquilo y amable frente a los innumerables estímulos de la Avenida Meritxell.

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La arquitectura mira al futuro y al Blockchain, de manera conjunta. Desde que Andorra Telecom se ha asociado con Alastria, en 2019, una organización española centrada en la economía digital, integrando la tecnología blockchain en sus procesos internos, no solo piensa en tecnología, también en la ciudad.

Así, el diseño del NODO nace como una materialización de un cambio de mentalidad, que hace participe a la arquitectura en todo lo que nos envuelve. Una filosofía que gira en torno a una nueva forma de ver el mundo, priorizando el bienestar humano, la sostenibilidad, el respeto por la naturaleza y aprovechando la tecnología.

 

“El edificio se basa en un concepto tan humano como empático, hacia los usuarios, los visitantes, los residentes, entre otros elementos, hacia la sociedad. La esencia de la nueva arquitectura es poner los edificios al servicio de las personas”.

 

En cuanto a este concepto arquitectónico, un edificio público tiene una doble responsabilidad: debe responder a las necesidades del entorno interno y también servir al entorno en el que se encuentra.

Ante el reto hay una compleja red estructural, que siempre ha dado prioridad a la adaptación del edificio al lugar, a la creación de un vínculo entre los distintos ambientes y flujos, a la minimización de su impacto volumétrico, al apoyo del denso tejido urbano y a la ampliación del espacio exterior.

Orteu Riba propone ante el reto vivir en un edificio discreto, tranquilo y amable frente a los innumerables estímulos de la Avenida Meritxell.

 

 

El edificio aprovecha diferentes estrategias bioclimáticas para proporcionar una excelente eficiencia energética, a la vez que utiliza la principal vegetación del país con terrazas y plazas para proporcionar un descanso del resto de la ciudad.

El NODO se distribuye como su núcleo, con accesos y movilidad, hacia las zonas públicas a nivel de calle y las privadas en la parte superior. Los espacios interiores son abiertos, dinámicos y flexibles, lo que permite la necesaria adaptabilidad a las nuevas necesidades a lo largo del tiempo.

 

“En este nuevo concepto, el bienestar de las personas es la prioridad. Las zonas y los espacios de interrelación han sido diseñados con un alto nivel de confort y seguridad, con accesorios de iluminación natural, renovación de aire y vegetación”.

 

“La empresa Andorra Telecom utiliza la madera como materia prima de construcción, apostando por la sostenibilidad y creyendo en los espacios naturales, los cuales son identidad de un país de montaña como el nuestro. De este modo, deseamos crear una arquitectura positiva para Andorra”, afirma el estudio al respecto del proyecto.

Con información de Cointelegraph de España y Orte Riba.