La fachada característica del Torre Reforma cuentan con dos masivas paredes exteriores de concreto expuesto y el tercer lado vítreo no solo crean una huella triangular extraordinaria, también proporcionan un máximo de resistencia a los siniestros. Los muros de concreto alcanzan los 60 metros en el suelo como un sólido fundamento.
Tras el sismo de septiembre del 2017, este concepto ya ha demostrado ser altamente efectivo, ya que a partir de 200 metros, uno de los dos muros de concreto se dobla al interior. Esta característica es una respuesta a las normas de construcción de la Ciudad de México.
Para esta edición se anunciaron los cinco finalistas entre 36 nominados, provenientes de 15 países, seleccionados por un jurado compuesto de arquitectos, ingenieros estructurales, expertos en bienes raíces y críticos de arquitectura.
Los proyectos nominados fueron calificados bajo los criterios de orientación hacia el futuro diseño, funcionalidad, tecnología de construcción innovadora, integración en el entorno urbano, esquemas de desarrollo, sostenibilidad y costo-efectividad; informó Archdaily.