Conformada por personas nacidas entre 1995 y 2010, la Gen Z ya representa una parte significativa de la fuerza laboral en México y el mundo. Este grupo etario está marcando un cambio estructural en cómo se concibe el trabajo, qué se valora en una organización y cómo se ejerce el liderazgo.

Según Claudia Chianese, investigadora y profesora de EAE Business School, el impacto de esta generación en el empleo no es solo cuantitativo, sino cualitativo: “Los Gen Z valoran la autenticidad, el propósito y el impacto”, afirma.

A diferencia de generaciones anteriores, la Generación Z da mayor peso a aspectos como: Flexibilidad horaria y geográfica; aprendizaje continuo y desarrollo personal; propósito social de la empresa; y bienestar emocional.

Otra transformación importante está en la relación con figuras de autoridad. Para esta generación, el modelo de jefe autoritario ha perdido vigencia. Prefieren líderes que acompañen, escuchen, den retroalimentación constructiva y actúen con coherencia.

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Las condiciones más valoradas por esta generación incluyen:

• Apoyo a la salud mental
• Oportunidades de formación
• Movilidad internacional
• Diversidad e inclusión genuinas

Transformación empresarial en curso

El ingreso masivo de jóvenes Z al mercado laboral está acelerando el paso hacia entornos más digitales y humanos. Las empresas que no logren adaptarse corren el riesgo de perder competitividad y talento valioso.

“Se necesitará más escucha, horizontalidad y coherencia entre valores y acciones”, advierte Chianese. Más que una moda, se trata de una transición generacional que está definiendo el futuro del trabajo.