Los monumentos mayas fueron demolidos para usar sus materiales. Las calles fueron trazadas siguiendo la retícula hipodámica como la mayoría de las ciudades coloniales de América.
Se construyeron las casonas del Paseo Montejo que todavía existen y que pertenecían a los acaudalados hacendados henequeneros.
La ciudad tuvo alumbrado público eléctrico y tranvías antes que muchas otras ciudades de México.
La invención de las fibras sintéticas y la fabricación de productos sustitutos en la primera mitad del siglo XX desplazaron al henequén que se exportaba a los Estados Unidos y a muchos otros países como hilo de atar para cultivos, cuerda para amarrar barcos o tela para sacos.
La decadencia económica que siguió tuvo un efecto benéfico al congelar el crecimiento y el cambio 'modernizador' que hubieran transformado la arquitectura y el espacio público demoliendo, como en otras ciudades incluyendo la de México, el patrimonio construido.
Además de su calidad de capital del Estado de Yucatán que tiene una densidad cultural y natural equivalente a la de regiones de Egipto o la India, la ciudad por sí misma experimenta un auge nunca antes visto.
Mérida cuenta actualmente con una población de alrededor de un millón de habitantes y está considerada entre las ciudades más seguras y productivas del país.
Además, ha gozado de muy buenos gobiernos municipales y estatales. Por ejemplo, el transporte público de las zonas centrales, concesionado a ADO, es el mejor del país ya que cuenta con autobuses nuevos, bonitos, bien mantenidos y que circulan ordenadamente.
La antigua estación de trenes se convirtió en un parque público, la Plancha, de muy buen diseño. Para su concepción recibió asesoría del Parque la Mexicana.
Esto se advierte sobre todo en la Mérida moderna, que ha crecido al norte, sobre la carretera al puerto de Progreso.
La remodelación de calles en el centro, como el Corredor Gastronómico, ha incluido enterrar el cableado eléctrico, pavimentos bien diseñados y una plantación de árboles de las especies adecuadas y bien espaciados que en unos años brindarán belleza y sombra.
Junto con la llegada de nuevos pobladores, Mérida experimenta también un auge gastronómico y artístico. La gastronomía empieza a trascender la tradicional cocina yucateca sin sustituirla. Artistas, arquitectos y creadores de la CDMX y extranjeros han comprado propiedades e iniciado proyectos de exposiciones temporales y residencias de artistas.
Una característica notable de la península de Yucatán es la existencia de un solo material en el subsuelo y en las construcciones. Lo que se conoce como suelo kárstico se formó a partir de arrecifes coralinos y sedimentos marinos que se transformaron en roca caliza. Estas rocas se caracterizan por ser blandas, solubles y muy apropiadas para construir en un territorio no sísmico.
También de ahí se extrae el ‘saskab' con el que se preparan mezclas para la construcción en reemplazo de la cal. Además, molido finamente y mezclado con el 'chukum' (árbol endémico al que se le extrae la savia) sirve para preparar pasta para estucos y aplanados.
Estos fenómenos están cambiando rápidamente la ciudad y han sido entendidos y aprovechados por gobiernos sofisticados y eficientes. Ojalá la nueva composición política del estado donde la Presidencia Municipal permanece en el PAN, pero el Gobierno Estatal fue conquistado por MORENA, permita la continuación de tan sólido desarrollo.
* Presidente de la Fundación del Museo José Luis Cuevas.