Las tarjetas de crédito o débito son usadas cada día para la compra de diversos productos, así como el pago de diferentes servicios, que en todos los casos incluye un chip.
Esta pieza comprende un sistema que almacena y protege la información del usuario para evitar cualquier robo de identidad, y autoriza la transacción del usuario al momento de usar la tarjeta, garantizando seguridad.
Es tal su relevancia, que se calcula que las tarjetas con chip se usan en el 90% de las transacciones cotidianas en diferentes puntos de venta y hasta en un 60% de los pagos en línea.
Así, el ensamblaje de estas tarjetas requiere altos estándares de calidad que garanticen durabilidad y seguridad, por lo que algunas empresas ofrecen soluciones especiales para que el chip se adhiera a ella.
Un 20% de las tarjetas fabricadas se adjuntan a una carta y se mandan por mensajería.
Carlos Romo, gerente de ventas de Industrias Seleccionadas de tesa Norte América, dijo que tesa HAF integra una gama completa de películas activadas por calor, y hay un alto nivel de fuerza de adhesión entre el chip y la tarjeta.
Dijo en un comunicado que dicha “solución ofrece una adhesión fiable de los chips a largo plazo, y brinda un buen soporte de trabajo en todas las líneas de su implantación.
“El adhesivo también es adecuado para usarse en sustratos de PVC, ABS, PET y PC (el sustrato es la capa base de una estructura como un chip, un módulo multichip, una placa de circuito impreso o un plato de disco)”.
La empresa ofrece soluciones específicas para el mercado de las tarjetas de interfaz dual (DI Cards), que son las tarjetas de crédito y débito con un solo chip integrado que permite realizar transacciones con y sin contacto.
El gerente añadió que “calculamos que hasta un 20% de las tarjetas fabricadas se adjuntan a una carta y se mandan al cliente final por mensajería”.