|  

Las casas bajaron 9.4% el precio promedio de venta y los departamentos disminuyeron 3.5% de 2019 a 2020 en las ciudades. 

6 No me gusta4

Ante la alta movilidad laboral, uno de los propósitos de los mexicanos para 2021 será cuidar el dinero y buscar generar ganancias. A continuación, te presentamos una breve guía si decides comenzar un negocio inmobiliario.

1.- Un presupuesto alcanzable. Si el objetivo es emplearlo en una hipoteca, se recomienda investigar sobre los precios del mercado y la capacidad de crédito. Es importante tener clara la cantidad de dinero que se piensa destinar a la inversión, para que así se busque en plataformas inmobiliarias como Lamudi el inmueble que se acomode a las necesidades del inversor.

Se debe tomar en cuenta además la ubicación, estado de la construcción, factores a influir en la plusvalía, situación fiscal de la propiedad,  documentación legal y notarial, entre otros. Se recomienda acercarse a un profesional inmobiliario que pueda ser guía en el proceso y realizar así una inversión segura.

2.- ¿Renta o venta? Se debe definir cuál va a ser el uso de la inversión; si es para rentar o vender o si se va a adquirir una propiedad en construcción, en pre-venta o para remodelar y volver a poner en el mercado posteriormente. 

Una dato destacado en cuanto a la plusvalía, en el caso de CDMX, es que han sido en general positivas a pesar de la contingencia al tercer trimestre del 2020, ya que con respecto al mismo periodo del año pasado fue del 8.9%, mientras que la plusvalía del mercado secundario, es decir, la venta de vivienda usada fue de 14.3%. 

Durante 2020 las casas bajaron 9.4% el precio promedio de venta y los departamentos disminuyeron 3.5% de 2019 a 2020 en las ciudades, pero en renta, las casas han aumentado un 12.4% y los departamentos han crecido un 9.6% sus precios promedio. Por lo tanto, comprar para rentar es una oportunidad. 

3.- Riesgos a considerar.  Una inversión inmobiliaria bien hecha traerá ganancias. Pero considera que éstas serán a mediano o largo plazo. La liquidez por lo regular no es de manera inmediata. 

La inversión podría hacerse difícil si se realiza sin haber hecho alguna investigación o análisis previo sobre los factores que influyen en el valor de los inmuebles y de los que depende el poder liquidar. 

Al invertir en un inmueble para vender lo ideal es esperar de tres a cinco años para lograr obtener una utilidad de hasta 30% en caso de haber realizado la elección del inmueble considerando su plusvalía y que no existan factores que puedan disminuir su valor. 

Durante ese tiempo, existe la opción de rentar el inmueble para ir generando ingresos o si se utilizó un crédito hipotecario, con el dinero del alquiler se pueden ir pagando los intereses.

“Actualmente hay factores como la estabilidad de las bajas tasas de interés y los plazos accesibles para financiamiento por parte de las instituciones bancarias y que las autoridades han anunciado planes económicos para revitalizar el sector de la construcción, dan certeza de que el mercado no se va a detener. Si bien durante las crisis sanitarias, como la que se vive actualmente, se ralentiza la toma de decisión de aquellos que están por comprar un inmueble, se debe hacer mucho énfasis en que no hay mejor momento para invertir que este”, agregó Narváez, destacó Daniel Narváez, Marketing VP de Lamudi.