Entre 2005 y 2020 se han verificado avances en la participación de las mujeres en el ámbito laboral en México, no obstante, aún prevalecen diferencias en condiciones laborales, igualdad de oportunidades y trato en el empleo entre hombres y mujeres que afectan más a trabajadoras.
Lo anterior se desprende de la investigación “Trabajo decente en México 2005-2020: Análisis con perspectiva de género”, presentada por el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE) Business School que retoma el objetivo 8: “Trabajo decente y crecimiento económico”, dentro de los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El informe, basado en datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) y la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del INEGI, menciona también que el COVID-19 afectó en especial a las personas ocupadas en el sector informal y a los trabajadores más jóvenes.
Sin embargo, el efecto fue mayor en hombres que en las mujeres: “En el caso de las mujeres, han alcanzado 52% de representación en los puestos de alta y media dirección, resultado, quizás, de la salida desproporcionada de hombres en estos puestos”, destacó Benjamín Alemán, profesor del área de Entorno Económico del IPADE.
Por su parte, Yvette Mucharraz, Directora del CIMAD, dijo que las mujeres se incorporan con mayor frecuencia al mercado laboral, con lo que en 15 años su falta de participación disminuyó: “la proporción de mujeres que trabajan se ha incrementado en 5 puntos porcentuales; en promedio, 40.7% de mujeres y 75% de los hombres se encuentran en el mercado laboral; las mujeres incrementaron 10 puntos su participación en alta y media dirección de las empresas en México, con una tasa de crecimiento promedio anual de 2%”.
Sin embargo, Alemán, agregó que “las mujeres registran con mayor frecuencia salarios bajos (39.4% promedio), en comparación con los hombres (36.4% promedio); en tanto que la informalidad afecta más al sexo femenino (58.5% contra 57.7%); esta disparidad no ha mejorado en 15 años.”
“Para las mujeres, lograr un balance entre trabajo y vida familiar es un reto; las empresas deben ofrecer opciones más flexibles para atraer, retener y recompensar al talento femenino”, afirmó por su parte Cristina Ruiz De Velasco, Vicepresidenta y Directora General de Atención a Clientes Preferentes en AT&T México.
En contraparte, los hombres tienen jornadas laborales más excesivas que las mujeres (33.41% ellos contra 18.7% ellas), pero las mujeres cuentan con menos tiempo libre por el trabajo doméstico o de cuidado.