Los beneficios de las ciudades inteligentes para las personas se amplían cada vez más, por ejemplo en el transporte público, el espacio urbano o las zonas comerciales; en el caso de la Ciudad de México (CDMX), el uso de Big Data podría mejorar el tráfico en horas pico o dar datos de cuántas unidades existen y a qué hora circulan; sea en la red del metro o en la de autobuses.
“Si empezamos a utilizar la información que hoy día generan los sistemas de transporte, podemos darle al ciudadano una mejor movilidad y experiencia de vida”, señala Gunther Barajas Vargas, vicepresidente a Dassault Systemes México, en entrevista con Real Estate Market & Lifestyle.
Asimismo, comentó que en la ciudad de Singapur se logró mayor seguridad para los niños en su recorrido diario hacia la escuela a través de un dispositivo de rastreo móvil; además de obtener datos del número de policías en los cruceros, qué ruta de transporte utilizaban y las unidades disponibles.
Para replicar un caso como éste en la CDMX, se requiere saber hacia dónde se desea llevar a la ciudad y qué experiencia se quiere dar al ciudadano. “Debemos escuchar a la gente y sacar información sobre las incidencias y la demanda”, señaló el directivo.
Mientras que el tema económico se puede solucionar con el apoyo de modelos de inversión; es decir, el proyecto de algún emprendedor, más el dinero de la inversión privada y el apoyo del gobierno, y así crear un ecosistema de negocio que se encamine a una ciudad inteligente.
No obstante, Barajas Vargas advirtió que lo más difícil es la inversión inicial, pero que se debe tomar en cuenta que esta infraestructura, pues, a largo plazo, proporciona más beneficios que la propia inversión; como la autosuficiencia y sustentabilidad.