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Para evitar presiones económicas al momento de adquirir un crédito hipotecario, se recomienda que el monto que una persona destine al pago de su mensualidad no deba superar su ingreso real disponible
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Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- Para evitar presiones económicas al momento de adquirir un crédito hipotecario, se recomienda que el monto que una persona destine al pago de su mensualidad no deba superar su ingreso real disponible. Esto es que si una persona gana 10 mil pesos mensuales y tiene gastos (necesarios y no necesarios) por siete mil pesos, su ingreso real disponible es de tres mil pesos, por lo que no debería comprometer más de esta cantidad al pago de su vivienda, de acuerdo con información de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF). De lo contrario, el acreditado pondría en riesgo sus finanzas familiares, ya que estaría comprometiendo más dinero del que realmente puede disponer de manera mensual después de hacer frente a todos sus gastos, destaca en su página de Internet. La SHF precisa que es común escuchar que el monto máximo que una persona puede comprometer al pago de un crédito para vivienda es entre 30 y 33% del ingreso mensual familiar. No obstante, considerando que la persona que gana 10 mil pesos y sus gastos son por siete mil, el monto máximo que podría comprometer es 33% de su ingreso, esto es tres mil 333 pesos que no alcanzaría a cubrir. Por ello, "en SHF recomendamos que la cantidad mensual que una persona dedique al pago mensual de un crédito para vivienda, jamás deberá ser mayor al del Ingreso Real Disponible (IRD)", el cual es el monto que resulte menor entre el sobrante mensual (una vez cubriendo los gastos). El organismo sugiere a las personas disminuir sus gastos no necesarios para aumentar su ingreso real disponible; y antes de tomar la decisión de adquirir un crédito para vivienda, que compare el 33% del ingreso con el IRD. Los gastos necesarios son los que están relacionados con las necesidades personales y familiares como pago de gas, luz, créditos, agua, predial, impuestos y gastos médicos, entre otros. En tanto, los gastos innecesarios son los que se refieren a los deseos personales o familiares y que, de no hacerse, no pondrían en riesgo el bienestar familiar, es decir, podrían ser omitidos o reducidos como televisión de paga, artículos de lujo o vacaciones.