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La banca comercial en México mantiene una gran solidez financiera a pesar de la situación económica generada por la contingencia sanitaria, que cumple dos años, pero persiste como un gran reto el repunte del financiamiento.

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De acuerdo con el análisis sectorial de la Banca Múltiple en México, elaborada por HR Ratings, al cierre de 2021 y a pesar del contexto sanitario y la limitada recuperación económica, la banca comercial fortaleció su posición financiera.

 

En particular, el sector fortaleció sus niveles de capitalización, ubicados por arriba de los observados en los periodos previos a la pandemia, a lo que contribuyó la baja tasa de reparto de dividendos frente a su comportamiento histórico de 38.1% en 2021 (vs. 16.2% en 2020 y 66.2% en 2019).

 

La fortaleza de la solvencia se explica por la continua generación de utilidades netas y un menor pago de dividendos durante 2020 y 2021. “El índice de capitalización agregado del sector se ubica en niveles sólidos de 19.4% en 2021 (vs. 17.7% en 2020, 16.0% en 2019 y 10.5% mínimo regulatorio), donde las recomendaciones en la abstención en el pago de dividendos y la contracción de la cartera total han tenido un impacto y llevado a una posición sólida”.

 

 

También se observa una adecuada calidad de la cartera, en niveles prácticamente similares a los observados antes de iniciar la pandemia.

 

Los índices de morosidad y de morosidad ajustado al cierre de 2021 se ubicaron en de 2.1% y de 4.5%, que se compara positivamente respecto al  2.6% y 5.2% en 2020 y 2.2% y 4.6% en 2019, respectivamente.

 

 “Al cierre de 2021, los portafolios mantienen una baja morosidad, que refleja aún un ambiente de cautela y adecuados procesos de originación y cobranza de los bancos, así como la reactivación de actividades económicas durante 2021”, afirmó HR Ratings.

La reactivación económica de 2021 permitió mantener la calidad de la cartera y disminuir las reservas adicionales voluntarias creadas durante 2020.

 


La banca comercial en México mantiene una gran solidez financiera a pesar de la situación económica generada por la contingencia sanitaria

 

 

De cara al futuro, anticipan que “los indicadores de capitalización se mantendrán estables en los siguientes periodos, derivado de la generación de utilidades netas y de un bajo crecimiento en cartera; no obstante, en el largo plazo, se esperaría que el índice de capitalización disminuyera de manera progresiva en la medida que el sector retome de manera regular el pago de dividendos”.

 

Sin embargo, el análisis reconoce que el crecimiento del financiamiento continúa como uno de los principales retos para el sector. En lo particular, destacaron que el escenario de alta inflación “podría dificultar el crecimiento del financiamiento bancario, ya que este llevaría a incrementos en las tasas de interés y una menor demanda de crédito”.