De acuerdo con los Agregados Monetarios y la Actividad Financiera que publica el Banco de México (Banxico), del crédito que otorga la banca al sector privado, la cartera hipotecaria ha sido la única que finalizó con crecimiento en 2020 y también en 2021.
En contraste, el saldo de la cartera de crédito al consumo se contrajo -2.1%, mientras que el portafolio del crédito a las empresas y personas físicas con actividad empresarial retrocedió -4.3 por ciento.
Al interior del portafolio hipotecario, la cartera de crédito a la vivienda de interés social registró una contracción de -16.0% anual, en tanto la cartera de crédito a la vivienda media y residencial repuntó 3.8% real en 2021.
Sobre los créditos residenciales, indicaron que su desempeño positivo respondió a las mejores condiciones económicas, la sobreoferta de inmuebles, tasas accesibles y facilidades en el otorgamiento de hipotecas. “Gracias a ello el segmento goza de buen ímpetu y alta demanda”.
Sin embargo, también apuntan que podría observarse un ajuste en la tendencia cuando el costo de las viviendas sea mayor por la inflación de costos en los materiales de construcción y las tasas de interés de los productos hipotecarios sean superiores a las de cierre de 2021.
Por su parte, un análisis de BX+ afirma que el crédito hipotecario mantiene su tendencia, “siendo el tipo de crédito que ha mantenido una tendencia de crecimiento más estable”.
Respecto a las expectativas, en Banorte sus analistas consideran que el crédito a “la vivienda probablemente se mantendrá más estable”, bajo el contexto de que en general prevén que el crédito de la banca seguirá mejorando, aunque sin descartar una moderación ante mayores riesgos.
Durante los últimos dos años, el crédito hipotecario que otorga la banca se vio beneficiado por los bajos niveles de las tasas de interés del producto, que fueron las más bajas en la historia moderna de este tipo de financiamiento, además de las cualidades del producto, principalmente que es a tasa fija y pagos conocidos.