Desde mi punto de vista, hace falta confiar en México, confiar en nosotros porque tenemos un gran país que siempre se ha sobrepuesto a la adversidad de invasiones, terremotos y crisis recurrentes.
La economía del país se desarrolla a través de claroscuros, pero nos hemos acostumbrado a ver solo los oscuros. Por ejemplo, que falta la tierra, que sube el precio de la misma y de las materias primas para construcción, que faltan insumos, que no hay permisos, que no hay agua, etc.
Pero hay que ver los claros, y tenemos muchos. Por ejemplo, los bancos tienen 1.5 billones de pesos disponibles para prestar a todo el que pida, entonces dinero no falta, recursos hay, tierra también, tenemos un gran grupo de constructores y desarrolladores con gran experiencia, también trabajadores capacitados y después de 40 o 50 años de estar construyendo vivienda lo hacen muy bien y rápido.
Pero el problema es que tenemos miedo, que tenemos desconfianza, no creemos en lo que va a suceder mañana, tenemos temores y con temores no se puede vivir. Se debe vivir con confianza en el hoy.
México ha pasado por muchos problemas a lo largo de su historia, nos quitaron la mitad del territorio, nos han invadido dos veces, tuvimos una Revolución y crisis económicas, pero aquí seguimos y el país cada vez es más próspero.
El país tiene un gran futuro siempre que tengamos confianza en nosotros mismos y salgamos a trabajar todos los días.
Visión sobre el mercado inmobiliario
Desde mi punto de vista, el Home Office no es productivo porque las casas no estaban preparadas para ello, tanto por el espacio, por el internet, el equipo necesario y el entorno familiar mismo. Por lo que debemos diseñar las casas con otro pensamiento, para que aquel que quiera trabajar en casa tenga un espacio adecuado, también hay que construir de otra manera, con otros materiales, y tenemos la técnica para eso.
A pesar de todo el entorno, se siguen construyendo 200 mil o 250 mil viviendas anualmente, lo que es muy positivo porque cada peso que se invierte en el sector se multiplica por diez.
Creo que si tenemos confianza, si hacemos vivienda en la mayor parte del país de menos de un millón de pesos, vuelan. Se necesita vivienda para la clase media y sobre todo para la de menores ingresos, porque los círculos de vivienda precaria en el país están creciendo y es un problema social que vamos a tener que atender.
Le auguro un gran futuro a la vivienda, siempre y cuando el constructor tenga la suficiente lucidez y ganas de cambiar, porque muchos no quieren cambiar, no quieren ir a la digitalización. Por ejemplo, a través de drones se pueden supervisar las obras y los almacenes para que no les roben materia prima, todo se puede mecanizar, tienen que evolucionar con los insumos, buscar mejores productos y con mejores costos. Creo que la vivienda puede salir más barata y mejor, es cosa de pensar.
Por ejemplo, en mi visión, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) necesita tener un área de investigación y desarrollo, hay que invertirle a ambos. Aquí uso el ejemplo de cuando Volkswagen solicitaba a sus ingenieros, en la época que se hacía el tradicional Vocho, diez mejoras al auto cada año sin que le cambiaran el precio, eso mismo requieren los desarrolladores sobre las casas, hacerles mejoras sin incrementar los costos.
No podemos seguir viviendo en el pasado, pero todo los que participan en la industria le tienen que poner de su parte para lograr esa evolución, el empresario, el industrial, el gobierno y los trabajadores; con la colaboración de todos los involucrados se podrán construir viviendas baratas que son las que más se necesitan.
Hemos tenido un sexenio muy sufrido, pero, a pesar de ello, el Infonavit ha contribuido a ampliar el mercado inmobiliario a través de un mayor abanico de créditos, por eso insisto en que la industria de la vivienda y el país tienen un gran futuro.
Retrospectiva
Desde mi punto de vista, la columna vertebral de la industria de la vivienda es el Infonavit, pero no me refiero a la época de cuando los directores generales eran ocupados como puestos políticos, sino cuando por primera vez un director con formación técnica y financiera, Víctor Manuel Borrás, ligó dos sexenios al frente al Infonavit y lo transformó.
Fue entonces cuando se le dio al Infonavit el carácter que ahora tiene, una institución rentable, bien administrada y eficaz.
Otro elemento fundamental son las políticas públicas, pero estas cambian de acuerdo con el gobierno federal en turno y determinan las expectativas de mediano plazo para el sector.
Siempre ha sido una problemática el desarrollo de vivienda para el nivel de población de menores recursos, ha sido y sigue siendo la máxima necesidad, ahí es donde hay que buscar alternativas de solución, donde el crédito para la autoconstrucción no lo es.
Texto Víctor Manuel Requejo, Presidente del Consejo de Administración de Banco Inmobiliario Mexi-cano (BIM).
Foto: Real Estate Market & Lifestyle / pngwin