En los últimos años, el concepto Smart City alcanzó un destacado reconocimiento en todo el mundo. Sin embargo, varios de sus aspectos más importantes están sujetos a un constante debate.
¿Cuál es la mejor o la más adecuada definición? ¿El concepto aplica solo a las ciudades o incluye comunidades pequeñas o rurales? ¿Está centrado en la tecnología o en el ser humano? ¿Cuáles son los factores clave de su éxito? ¿Cuáles son los enfoques de una gobernanza estratégica? ¿Qué se puede derivar de las mejores prácticas?
En nuestro análisis sobre cómo convertirnos en una Smart City, cubriremos todos estos temas relacionados con su evolución desde una perspectiva práctica.
Sobre la definición
Los practicantes y especialistas coinciden ampliamente en que la idea de las “Smart Cities” ha alcanzado un estatus dominante. Las ciudades y comunidades de América del Norte y Asia han encabezado este movimiento, con Europa acercándose a las primeras etapas, especialmente hacia el final de 2015.
Si bien el término se utiliza con mayor frecuencia, una serie de otros términos han sido introducidos por empresas e instituciones, como “ciudad conectada”, “ciudad resistente”, “ciudad sensata (senseable)” o “comunidad inteligente”. Otros términos que se usan con frecuencia son “ciudad digital” o “comunidad digital”.
Generalmente, todos estos términos se utilizan para el mismo fenómeno. No profundizaremos en la definición de los términos “inteligente” y “ciudad” desde la perspectiva de un erudito, sino más bien desde la de un practicante. Cuando hablamos de “smart city”, nos referimos a este paradigma:
En los siguientes párrafos, profundizaremos en esta definición y esbozaremos cuatro temas esenciales:
1.El hecho de ser inteligente no es un atributo exclusivo de las ciudades, sino también de las comunidades rurales o pequeñas.
2.Tomando en cuenta la inteligencia colectiva como el factor de éxito más relevante para las Smart Cities.
3.Considerando perspectivas estratégicas, ¿hay que tomar un enfoque descendente o ascendente?
4.Creación de un libro blanco sobre el estado y la expansión global de las Smart Cities.
Enfoques centrados en ciudadanos
Nuestra definición establece claramente que ser inteligente se trata de enfoques centrados en los ciudadanos o los interesados para crear, adoptar e implementar soluciones excelentes que crean valor agregado y se transforman en bien colectivo (consulte también el llamado a un enfoque de Smart City centrado en el ser humano).
Desde nuestro punto de vista, es primordial crear una mentalidad participativa, abierta, transparente e inclusiva para facilitar las soluciones de los actores (individuales) dentro de la frontera de una comunidad y/o adaptar las soluciones desde el exterior. El término “inteligente” en este sentido incluye la tecnología como un medio, pero no limita el concepto a las soluciones tecnológicas.
Para tener éxito, es fundamental tener en cuenta las necesidades de todos los actores, especialmente, de los ciudadanos. La aceptación y el uso de soluciones inteligentes requieren un enfoque centrado en el usuario.
Para obtener ideas y nuevos pensamientos sobre el cambio hacia enfoques de Smart City centrados en el usuario y la utilización de la inteligencia colectiva, lea nuestro artículo “Hacia un nuevo paradigma”.
Inteligente, no exclusivo de ciudades
Ser inteligente no es un atributo exclusivo de las ciudades (e incluso la definición de ciudad varía a nivel mundial). Recordando numerosas conferencias y conversaciones con representantes de comunidades urbanas y rurales, creemos firmemente que no se trata de tamaño o una estructura geográfica urbana o rural. Sin embargo, en el debate público, las comunidades pequeñas y/o rurales son, desafortunada e innecesariamente, a menudo pasadas por alto.
Desde nuestra perspectiva, cada comunidad —independientemente del tamaño o la estructura geográfica— puede ser inteligente en la forma en que responde a los desafíos y busca oportunidades de transformación. Hemos encontrado pequeñas comunidades rurales que enfrentan muchos problemas o desafíos que son idénticos a los de las grandes ciudades.
Si bien la escala y el alcance de los desafíos y soluciones difieren entre comunidades grandes y pequeñas o urbanas y rurales, el concepto de “ciudad (o comunidad) inteligente” representa una oportunidad igualmente adecuada para aumentar la habitabilidad y la prosperidad.
Otro factor de gran relevancia a este respecto es la conexión entre las ciudades urbanas y las comunidades rurales. Muchas veces cumplen funciones diferentes pero complementarias en un sistema o red de lugares centrales (el concepto de centralidad). Por lo tanto, las soluciones inteligentes deben tener en cuenta la conexión de las comunidades urbanas y rurales. La movilidad y la atención médica inteligentes son dos ejemplos destacados en este tema.
Inteligencia colectiva, factor de éxito
Teniendo en cuenta los factores antes mencionados, en bee smart city creemos que la inteligencia colectiva es el factor de éxito más relevante:
La capacidad de una ciudad o comunidad para aprovechar la inteligencia colectiva es lo que hace la diferencia. Si bien este aspecto está estrechamente relacionado con el enfoque centrado en el ciudadano o el ser humano que hemos descrito anteriormente, también describe la capacidad de conectar a los diferentes actores dentro de una ciudad o comunidad.
La inteligencia colectiva garantiza una perspectiva de 360 grados, que abarca todos los aspectos dentro de una comunidad y también toma en cuenta las conexiones con las comunidades vecinas o la región.
El viaje hacia convertirse en una ciudad o comunidad más inteligente no está impulsado principalmente por un plan maestro de arriba hacia abajo o una asociación tecnológica con un gran jugador. Es más bien la suma de iniciativas inteligentes y soluciones que son desarrolladas e implementadas por un gran número de diferentes actores privados y públicos en toda la ciudad y en diferentes campos estratégicos de acción.
¿Enfoque descendente o ascendente?
Desde una perspectiva estratégica, las discusiones tienden a centrarse en dos formas de implementar una estrategia y gestionar proyectos o iniciativas subyacentes para alcanzar objetivos estratégicos definidos: un enfoque descendente o ascendente. La pregunta central a menudo es ¿qué funciona?
Según nuestra experiencia, los planes maestros puramente descendentes a menudo carecen de enfoque ciudadano, se centran demasiado en la tecnología y no conectan y activan la inteligencia colectiva de una ciudad o comunidad. Por otro lado, las estrategias puras de abajo hacia arriba conducen a la compartimentación y la fragmentación (enlaces faltantes) entre los departamentos de la ciudad y los actores privados en ausencia de una visión definida común.
Sin embargo, los enfoques ascendentes activan diferentes actores y son una herramienta efectiva para analizar el status quo dentro de una ciudad o comunidad. Son el punto de partida para crear una visión compartida y establecer una estrategia efectiva basada en la inteligencia colectiva.
Por lo tanto, al igual que con la mayoría de las opciones estratégicas, la verdad está en algún lugar medio. Para desarrollar e implementar con éxito una estrategia de Smart City, los actores necesitan una visión común y compartida respaldada por el gobierno de la ciudad (alcalde/consejo). La estrategia en sí misma puede consistir en una combinación de iniciativas y proyectos de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, para asegurar la activación, la participación y la inclusión junto a los objetivos gubernamentales / departamentales o la creación de algunos “faros”.
Mientras que la visión general es necesaria en algún momento del proceso para convertirse en inteligente, esto no significa necesariamente que sea lo primero que necesita desarrollarse.
Al analizar el status quo, muchas comunidades se sorprenden por la gran cantidad de actores, iniciativas y soluciones existentes. Un análisis exhaustivo es la base para desarrollar una estrategia global que conecte todos los puntos existentes, uniendo a los actores para seguir una visión compartida y trabajar en los puntos ciegos o huecos que aún no se han abordado.
TRADUCCIÓN: ASHANTI ROJANO
INFO:SMART COMMUNITY / TGDAC
Texto Thomas Müller
Foto: AIRBUS / SOM / iStock / SMART CITY EVOLUTIONS /