Expo Milán 2015
Esta exposición universal (como se le llama a las ferias de gran envergadura celebradas por todo el mundo), llevada a cabo del 1 de mayo al 31 de octubre pasado, en la majestuosa ciudad de Milán, fue un escaparate gastronómico, cultural y arquitectónico en el que participaron 145 países, los cuales presentaron sus propuestas para un futuro sin escasez alimentaria, mediante una nutrición saludable y suficiente con respecto al medio ambiente.
Ante este contexto, los beneficios que trae la expo para la ciudad sede, e incluso para toda Italia, la cual fue un gran escaparate mundial durante seis meses, se traducen en diferentes derramas de inversión, como en el sector de infraestructura en el que se dio la ampliación de las líneas del metro, además de la urbanización para dotar de servicios al recinto de Expo Milán.
Entre las aportaciones, tanto de forma como de fondo, que se observaron en la expo cabe señalar la participación de México, cuyo pabellón mostró dignamente, su riqueza cultural y turística, con un nuevo sentido de innovación responsable del medio ambiente y consciente de su gran herencia gastronómica.
El compromiso con la innovación, le valió al pabellón ostentar el reconocimiento del programa “Hacia una expo sustentable”, por su diseño arquitectónico. Entre los elementos del recinto destacó la optimización de la luz natural, así como el uso de material de triple membrana con el cual se cubrió la fachada del pabellón, protegiéndolo de los rayos UV.
Este proyecto del arquitecto Francisco López Guerra, fue concebido a la manera de un entorno integral, diseñado para ofrecer a los cerca de 2 millones de visitantes que pasaron por él, una experiencia fluida, accesible y significativa de la cultura mexicana.
En este sentido, el de México, junto con los pabellones de Kazajistán, Corea, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Italia, Suiza, Chile, Reino Unido, y Alemania, fueron los más destacados, ya sea por el despliegue arquitectónico que presentaron o por el mensaje y aportaciones en cuanto a su temática.
Innovación y tradición
La relevancia que significó para nuestra nación tener presencia en Expo Milán 2015 (como resulta en todos los eventos internacionales) fue la de presentarse ante el mundo como un país a la vanguardia, involucrado en los problemas mundiales y la búsqueda de soluciones para un mundo mejor.
Es así como características de innovación, conjugadas con tradición, llamaron la atención de los asistentes. México tuvo una importante contribución, empezando por el concepto mismo de su pabellón, el cual se inspiró en el maíz (una semilla). Todo comienza con una semilla, una promesa sobre la palma de la mano. Cada pequeño grano es portador de una herencia y, a la vez, germen de lo nuevo; bajo esta premisa, el recinto mexicano guio a los visitantes a través de tres ejes fundamentales:
- Biodiversidad
Los pueblos originarios de México supieron aprovechar uno de los territorios con mayor diversidad biológica del mundo y su sabiduría condujo a la domesticación y diversificación genética del maíz, frijol, jitomate y cacao, entre otros tesoros alimentarios.
- Sustentabilidad
Como nos lo recuerdan nuestros campesinos, quienes reinventaron las prácticas tradicionales de sus ancestros –de hecho–, las innovaciones agrícolas surgidas en México, como la milpa o los bancos comunitarios de semillas, muestran que es posible asegurar el uso sustentable de la biodiversidad alimentaria dentro de ecosistemas saludables.
- Patrimonio
En el caso de México se puede encontrar tanto en las raíces culturales como en su riqueza natural. Un patrimonio que vive en la continuidad entre prácticas milenarias, contemporáneas e innovadoras.
Ideas y soluciones
Expo Milán 2015 dejó una gran experiencia social, cultural, científica, tecnológica y gastronómica a los 21,500 millones de visitantes que presenciaron los diferentes pabellones, cuya temática estuvo relacionada con la comida y la alimentación; así, por ejemplo, hubo días dedicados al pan, la leche y el cacao, por mencionar algunos. En el día del café –donde México tuvo presencia–, los países productores aportaron 1 kg de este producto, en grano, para mezclarlo en un gran saco y crear un café único de Expo Milán.
Cabe destacar que en los seis meses que duró la feria, el pabellón mexicano mostró, a 2 millones de personas de 145 países y 450 ciudades de Italia, su diversidad gastronómica y cultural, así como el panorama de un México moderno. Además de exponer todos los productos que nuestro país ha aportado al mundo.
La conclusión de este evento de talla internacional fue crear conciencia de la necesidad de combatir la desnutrición en todos los países del mundo.
Carta de Milán, herencia para el mundo
Con la finalidad de contribuir al establecimiento de las nuevas metas del milenio, en Expo Milán 2015 se llevó a cabo la creación de un manifiesto, que puede ser firmado por cualquier persona o institución, con la finalidad de combatir a la desnutrición, malnutrición y el desperdicio; se trata de la Carta de Milán (http://carta.milano.it).
Al firmar la carta, se declara un apoyo concreto y efectivo a los objetivos de desarrollo sostenible promovidos por las Naciones Unidas con miras a erradicar el problema del hambre para 2030. Para su estructuración, se inicia con el análisis del estado actual del mundo globalizado, continúa con los compromisos de los gobiernos, ciudadanos, asociaciones y empresas, quienes deben asumir responsabilidades para contribuir al logro de los objetivos de desarrollo de las Naciones Unidas. La Carta de Milán trata los temas de la Expo desde cuatro perspectivas: alimentación, energía, identidad y dinámicas de convivencia.
La Carta, una herencia de Expo MiIán 2015, fue llevada a Nueva York para ser presentada ante las Naciones Unidas.
Texto:Ricardo Ampudio
Foto: PróMéxico, © Digital Media Center México 2015, Amate Diseño, Cecilia Gonzáles