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La economía avanza a menor ritmo.

La economía está creciendo a un ritmo más lento, congruente con el Mínimo dinamismo del sector exportador. Sin embargo, la tendencia de los principales indicadores apunta a que la segunda parte del año verá una dinámica más pronunciada, con tasas de crecimiento de la economía cercanas a 4 por ciento, apoyadas en mayor proporción al avance del mercado interno a través del sector servicios.

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Durante el segundo trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento de 3.1 por ciento. Este nivel, además de ser inferior a lo que estimaba el mercado, revela que la economía avanza a un ritmo menor. La debilidad del sector manufacturero, al no terminar de adaptarse a las nuevas condiciones económicas, es la principal causa de este comportamiento, puesto que su peso relativo dentro del PIB total es el más elevado. Por su parte, el sector servicios se mantiene al alza.


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Esta dinámica productiva es congruente con el menor dinamismo que muestra el sector exportador, aunque se debe considerar que conserva una tendencia ascendente. El hecho de que Estados Unidos, que es el principal consumidor de bienes mexicanos, se esté concentrando en actividades de alta tecnología, donde nuestro país no tiene participación importante, además de cambios en gustos y preferencias de los consumidores estadounidenses y una mayor competencia de países asiáticos son importantes factores que han propiciado esta coyuntura.

 

Factores que no encajan con la debilidad económica

Aunque el resultado del PIB sugiere un menor dinamismo de la economía, este entorno no concuerda con la evolución de diversos indicadores macroeconómicos de México. Ejemplo de ello es la dinámica que ha mostrado el mercado laboral, que de acuerdo con las cifras del IMSS aumentó el empleo en el sector formal de la economía en 339 mil puestos de trabajo en los primeros siete meses del año, casi 60 mil empleos más de los generados en el mismo lapso del 2004. Igualmente, las cifras del INEGI señalan que la población ocupada aumentó en 256 mil 453 personas entre el primero y el segundo trimestre del año, lo que contribuyó a que la tasa de desocupación abierta disminuyera de 3.9 a 3.5 por ciento en igual lapso.

Acorde con esto, la percepción de los consumidores acerca de la situación presente y futura de los hogares y del país ha mejorado en los últimos meses, lo que también se ha reflejado en el aumento de las posibilidades de los integrantes del hogar, respecto de adquirir bienes de consumo durable, lo cual sugiere un mayor nivel de bienestar. Se debe señalar que en condiciones de incertidumbre sería difícil que los consumidores realizaran compras fuera de su presupuesto. Las cifras indican que en julio el Índice de Confianza del Consumidor tuvo un repunte de 6.5 por ciento, respecto al mismo mes del 2004.

El Sistema de Indicadores Compuestos que elabora el INEGI también reporta un mejor desempeño en su último dato, en especial el indicador adelantado, ya que la evolución de sus componentes apunta hacia una mayor actividad económica en el futuro.

La inversión corrobora un mejor panorama económico

Es claro que un panorama donde crece la confianza, y la evolución de los principales indicadores macroeconómicos revela un fortalecimiento de la actividad económica del país, resulta un impulso importante para la inversión productiva. Después del comportamiento irregular en marzo y abril, como resultado del efecto calendario, en mayo la inversión fija bruta creció 8.3 por ciento. Esta situación concuerda con el elevado ritmo de crecimiento que mantienen las importaciones de bienes de capital. Si bien se vieron beneficiadas en parte por la apreciación del tipo de cambio es la mejor perspectiva del fortalecimiento de la actividad productiva lo que ha impulsado este rubro. ¿Quién en su sano juicio haría inversiones tan importantes en un entorno en el que se percibiera elevada incertidumbre y hubiese señales claras de una nueva recesión?

La industria de la construcción es otro ejemplo de que la economía sigue avanzando. Su ritmo de crecimiento se ha ido fortaleciendo en función de los mayores flujos de inversión que se canalizan a esta actividad. Evidentemente esto ha redundado en la posibilidad de generar mayores empleos, tendencia que se mantiene al alza desde principios del 2004.

 

El entorno financiero no  impide el avance

Un aspecto que resulta relevante en un entorno en el que la actividad económica crece es el financiamiento productivo. Las expectativas de que la economía seguirá creciendo, y con ello favorecerá la situación de los hogares del país, han ido consolidando el aumento del financiamiento de la banca comercial que se destina al consumo y a vivienda en niveles de 40 por ciento en términos reales. Sin embargo, lo más relevante es que los recursos que se destinan a la inversión productiva, es decir los dirigidos a empresas y personas físicas con actividad empresarial, se han elevado rápidamente en los últimos meses, de tal forma que desde principios del presente año muestran un crecimiento real de dos dígitos.

Por otro lado, existen opiniones de que la apreciación del tipo de cambio ha tenido una influencia negativa en la dinámica del sector exportador y en otras actividades económicas. Sin embargo, ya se ha comprobado en muchas ocasiones que la paridad no ha incidido en la evolución de las cuentas externas. En el caso del sector exportador no es la razón de un menor dinamismo, ya que independientemente de su cotización las ventas al exterior han seguido creciendo. Ya se comentó en líneas anteriores que los cambios en las características productivas de Estados Unidos y de los gustos de los consumidores, pero en especial la fuerte competencia de los países asiáticos, han sido la principal razón de que las exportaciones hayan moderado su avance.

Para corroborar que el tipo de cambio no ha influido de manera importante se puede tomar los resultados del sector turismo, donde el hecho de que los servicios que ofrece internacionalmente se cotizan en dólares implicaría una menor demanda al encarecerse debido a la fortaleza del peso. No obstante, las cifras del primer semestre del año indican que, tanto el número de visitantes, como el gasto promedio por estancia en el país, tuvieron alzas importantes.

 

En un entorno de crecimiento mayores utilidades de las

empresas

Se puede decir que la situación general del país ha sido favorable, independientemente de lo que refleje la cifra del PIB. Incluso, las utilidades de las empresas han mejorado sustancialmente, situación que no es común cuando la economía no muestra signos de crecimiento. Evidentemente esta es la respuesta del dinamismo que mantiene la bolsa de valores.

Asimismo, un aspecto que debe resaltarse, acorde con esta situación, es la mayor recaudación por concepto de ISR, ya que es otro factor que refleja una mejor dinámica de la actividad económica en su conjunto, sobre todo cuando con un número menor de contribuyentes que presentaron declaración en la primera mitad del año se obtuvieron mayores recursos que en el mismo lapso del 2004.

 

El sector construcción: evolución reciente y perspectivas

El desempeño de la economía en los últimos años se ha caracterizado por la disciplina de las autoridades fiscales y monetarias, factores que sin duda han propiciado que el sector construcción se haya convertido en un motor importante del crecimiento. El repunte progresivo de la economía en el sexenio ha redundado en una mejor perspectiva a corto y mediano plazos para el sector.

Entre los aspectos más relevantes de los últimos años y trimestres destacan:

•En los últimos tres años la industria de la construcción, medida a través del Índice de Producción de la Construcción, ha registrado crecimiento promedio superior a 3.6 por ciento anual.

•En el primer semestre la tasa de crecimiento del sector es ligeramente superior a 3.0 por ciento. Aunque está en línea con el crecimiento del PIB, resalta que sus crecimientos han sido superiores a los de la producción industrial en su totalidad, lo que implica que ha sido un impulso de la actividad industrial mayor que el de otros sectores.

•El valor nominal total de la producción por tipo de obra crece desde 2004 a tasas de dos dígitos, destacando que actualmente crece a tasas del 11 por ciento.

•La tasa de crecimiento nominal en el valor de la producción de obra de edificación reporta niveles superiores a 16 por ciento.

•El tipo de obra que no está creciendo es la referida a infraestructura en electricidad y comunicaciones, que desde el 2003 presenta tasas de crecimiento negativas en el valor de la obra construida.

•Lo anterior se explica porque la obra construida por el sector público no presenta gran dinamismo últimamente. Mientras que el valor de la obra construida por el sector público arroja una tasa de avance promedio anual desde 2001 de 1.1 por ciento, el sector privado reporta una tasa promedio de 11.9 por ciento en términos nominales.

•La recuperación del empleo en el sector es muestra clara del repunte productivo. Recientemente, el sector generó más de 400 mil puestos de trabajo, y aunque no es un récord histórico representa una importante recuperación de 50 mil puestos de trabajo respecto al mínimo de los últimos años.

Durante los últimos meses la industria de la construcción ha experimentado una desaceleración que está en línea con el ciclo de expansión del sector. Destaca que actualmente crece más rápido que la producción industrial, como ya se comentó, lo que es indicio de su fortaleza relativa.

Conforme con la evolución de las economías mundial y nacional esperadas, se prevé que el sector de la construcción continúe con su expansión. Los niveles de crecimiento para el sector son positivos, esperándose un avance de 4.0 por ciento en este año, que aunque menor al 5.3 por ciento alcanzado en 2004 representa un desempeño favorable.

 

Expectativas de corto plazo

Un entorno en el que los indicadores macroeconómicos reflejan fortalecimiento es indicio de que la economía mantendrá un comportamiento ascendente. Pese a que los resultados del PIB sugieren cierta debilidad, también se debe considerar que estos fueron afectados por el factor calendario de la primera mitad del año, además de un menor avance de la demanda externa. Sin embargo, la tendencia de los principales indicadores apunta a que en la segunda parte del año se verá una dinámica más pronunciada, con tasas de crecimiento de la economía cercanas a 4 por ciento, apoyadas en mayor proporción al avance del mercado interno a través del sector servicios.


El sector construcción crece más rápido que la producción industrial en su totalidad

Los resultados más recientes muestran que la inflación ha retomado un comportamiento a la baja, con la expectativa de que al finalizar el año se ubicará dentro del rango establecido por el Banco de México, en 3 por ciento +/– 1 punto porcentual. Asimismo, el mercado considera que el banco central relajará su política monetaria, dándole un impulso adicional a la actividad económica del país.

Acorde con un panorama positivo, la inversión productiva seguirá fluyendo y con ello se verá beneficiado el mercado laboral, sobre todo en el sector formal de la economía, donde se espera que a fines del año los registros del IMSS hayan aumentado en 550 mil trabajadores. Este panorama incidirá positivamente en la evolución del consumo, apoyando la fortaleza del mercado interno.

 

Tendencias

•El menor crecimiento del PIB en el segundo trimestre del año sugiere debilidad económica.

•La razón estriba en un menor avance de la actividad manufacturera. La de servicios sigue en ascenso.

•No obstante, este escenario no concuerda con la dinámica que muestra el empleo y los mejores niveles de confianza de los consumidores.

•La mayor disposición de los hogares para adquirir bienes durables refleja mayor bienestar de la población y mejores expectativas de crecimiento.

•La evolución de los principales macro-indicadores muestran una tendencia de mejora para los próximos meses.

•El aumento de la inversión es el mejor indicador del fortalecimiento de la economía. Se debe recordar que es el principal motor del crecimiento.

•El financiamiento a las empresas crece a tasas reales de dos dígitos, acorde con los mayores niveles de inversión.

•Las empresas reportan mayores utilidades, lo cual concuerda con un entorno de mayor actividad económica, propiciando un aumento en la recaudación fiscal.

•El sector construcción crece más rápido que la producción industrial en su totalidad, lo que implica que el sector ha sido un impulso económico importante.

•El crecimiento esperado para el sector es de 4.0 por ciento para este año, que aunque menor al 5.3 por ciento alcanzado en 2004 representa un desempeño favorable.

•En términos generales, la economía mantiene su paso firme y mejorará en los siguientes meses, aunque el entorno actual hace necesario apresurar los cambios estructurales para afianzar el fortalecimiento en el mediano y el largo plazos.