Las cementeras europeas Lafarge y Holcim propusieron una serie de ventas de activos en toda Europa, que incluyen todas as actividades francesas de Holcim, y las de Lafarge, en Alemania y Rumania, en el contexto de su proceso de fusión que, de ser aprobado por las autoridades reguladoras, crearía la mayor cementera del mundo, con presencia en 90 países.