En el 2050 el mundo tendrá 9 000 millones de habitantes. En consecuencia, la demanda global de energía crecerá 50 por ciento en 25 años. El gobierno estadounidense reducirá su cuenta de gasto en energía 28 por ciento en los próximos 4 años. Son hechos que reflejan el reto que enfrenta la industria inmobiliaria para atender la sustentabilidad. Hoy día pueden verse cambios y el desarrollo de una tendencia que llegó para quedarse, pero el camino es largo aún.
Es el icono de la sustentabilidad en Estados Unidos. Las nuevas oficinas del Bank of America y sus 205 000 metros cuadrados y 55 niveles que lo conforman son el último ejemplo de cómo está cambiando la responsabilidad hacia el medio ambiente en el mundo inmobiliario.
Este edificio, en el que sus propietarios invirtieron mil 300 millones de dólares para crear el nuevo corporativo de la institución financiera, cuenta con un solo cajón de estacionamiento y en su diseño las firmas Cook + Fox Architects / Adamson Associates plasmaron los últimos avances de asuntos sustentables que le permitieron obtener la certificación Gold LEED.
Dicho ejemplo puede unirse a lo que en México es ya una inercia importante en procesos de certificación que encuentra su mayor nicho en el segmento corporativo, con al menos 10 proyectos de oficinas ubicadas en corredor Reforma y Santa Fe.
"Hay proyectos que se están certificando por responsabilidad ambiental y por eficiencia operativa", dice Raúl Berarducci, principal in charge del área de Project management and construction en Bovis Lend Lease México.
Esta inercia en el mercado nacional incluso tocó ya hospitales, instituciones educativas e incluso establecimientos de comida rápida. Como resultado de un plan global, la cadena de comida rápida McDonald?s a través de sus franquiciatario Arcos Dorados, empezó un proceso de adaptaciones en pro del medio ambiente en algunos de sus restaurantes.
"El principal reto en el proyecto de remodelar el restaurante McDonald´s de Parque Hundido en la ciudad de México fue la aplicación de las iniciativas que establece la US Green Building Council para aspirar a una certificación LEED", recuerda Pedro Herrera, director de Desarrollo de McDonald?s México y Centroamérica.
Estas adecuaciones al restaurante ya en operación incluyó sistemas o mecanismos que ayudaran a la reducción del consumo de energía eléctrica yagua, además de que fueran amigables con el medio ambiente sin realizar grandes cambios en la estructura del edificio.
Existen planes de instrumentar medidas similares en otro sitio, aunque en América Latina En Latinoamérica el franquiciatario tiene certificados con el sistema de LEED en Brasil y Argentina.
El consumo energético sigue
El movimiento que en México viene tomando forma en los últimos cinco años, en el mundo es ya un must para muchas organizaciones ante la necesidad de reducir el consumo energético del sector.
Se estima que en el 2050 el mundo tendrá 9 000 millones de habitantes, de los cuales 13 por ciento estará en Norte y Sudamérica, de acuerdo con las perspectivas de población mundial de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Como resultado, la demanda global de energía crecerá 50 por ciento en 25 años y con ello el requerimiento de fuentes será una condición fundamental para la industria inmobiliaria. En consecuencia, la presión sobre recursos como gas natural, energía nuclear, energía eléctrica y otros se elevará.
De hecho, hasta hace 3 años, en las economías desarrolladas un 40 por ciento de la energía se utilizaba en edificios residenciales y comerciales (oficinas, centros comerciales e industria). Así, más del 60 por ciento del consumo energético de las edificaciones se emplea en el acondicionamiento del espacio.
El sector inmobiliario mexicano es uno de los principales consumidores de energía. Se situaba en 2008 entre Surcorea y Australia, en un listado que lideran Estados Unidos, China y la región Europa de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Por tanto, la generación de emisiones ambientales representa el 1 por ciento del volumen global.
En Estados Unidos, el gobierno tiene como meta reducir su cuenta de gasto de energía 28 por ciento en los próximos 4 años, mientras el mercado global para productos Sustentables (preferibles para el Medio Ambiente) ha experimentado un crecimiento importante en la última década.
Dos estudios recientes en Norteamérica y Europa demuestran que 36% de los consumidores norteamericanos dicen comprar productos sustentables, contra un 43% de los consumidores en Europa, y están en completo acuerdo con el hecho de que las compañías deben cuidar el impacto ambiental de sus productos y procesos.
Si bien, estas son inercias que aún no se reflejan en las ventas el potencial de mercado y las acciones están presentes.
De acuerdo con la Global Industry Analysts Inc. el mercado de materiales de construcción sustentables crecerá hacia el 2015 hasta llegar a representar $ 406 mil millones de dólares.
Eli Puszkar, director general de la firma UL Environment que trabaja en la verificación y certificación de materiales y productos, explica sobre el caso México: "es necesario replantear el tema de la sustentabilidad no sólo como un carácter independiente, sino como un valor que va de la mano y es una extensión de la característica de seguridad de los productos utilizados en los procesos de construcción".
Y agrega: "la sustentabilidad no es opcional, es absolutamente necesaria por la fuerte dependencia que existe hacia el uso de los recursos naturales para la operación de inmuebles. El reto que tiene la industria es cómo podemos meter transparencia y rigor a estas certificaciones y declaraciones para que la sociedad y los consumidores, especificadores podamos depender de esta información".
Categorías de calificación de edificios verdes
Us Green Building Council
Leed-NC New Constructions
Leed-EB Existing Buildings
Leed-CI Commercial Interiors
Ledd-CS *Core & Shell
Leed-Homes*
Leed-ND* Neighborhood Development
*En desarrollo en México
La limitante en el volumen de tierra, agua y hasta plantar bosques está presente ante el crecimiento poblacional. Por tanto, los recursos no crecen a la par de la demanda que la industria implica como resultado de la evolución de los mercados.
La certificación
Obtener el certificado del sistema americano LEED, requiere de cubrir 56 estándares basados en el diseño, construcción e interiores enfocados a la sustentabilidad de los inmuebles.
US Green Building certifica bajo los parámetros NC (New Construction) para nuevas construcciones; EB (Existing Buildings); CI (Comercial Interiors); ND (Neighborhood Development); H (Homes) para residencial y otras clasificaciones. Todas encaminadas a edificar un inmueble de menor impacto en el medio ambiente desde su proceso de construcción, hasta la operación y destrucción.
Del lado de la autoridad se trabaja localmente desde la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Energía (SE) a través de la Comisión Nacional de Ahorro de Energía (CONAE) y el Instituto Nacional de Ecología (INE).
En México la historia empezó con la certificación Gold LEED del corporativo del HSBC en Reforma, desarrollado por GICSA, diseñado por HOK México y hoy propiedad de la institución financiera.
Hoy la historia es distinta con la evolución de firmas y profesionistas independientes a cargo de conducir a desarrolladores en la certificación de sus inmuebles.
Arturo Bañuelos, vicepresidente ejecutivo de la división de Servicios de Administración y Desarrollos de Jones Lang LaSalle (JLL) México recuerda el crecimiento de la conciencia y conocimiento de los últimos 2 a 3 años.
"Pocas son aún las empresas interesadas si se compara con lo que se hace en Estados Unidos, pero ha habido un cambio drástico. La mayoría pregunta qué hacer para certificar espacios edificios completo o interiores", señala.
JLL trabaja desde el área de administración y construcción en los procesos que experimentan los inmuebles de firmas como Seguros Monterrey, Microsoft, BBVA Bancomer y los corporativos de Nestlé y Loreal.
El directivo explica que la certificación planeada desde el inicio del proyecto es sencilla. "Hay muchos puntos que si se hacen desde antes no cuestan. Una certificación y la adopción de medidas incrementa de 3 a 10 por ciento el valor de construcción, sin embargo las adecuaciones permiten generar ahorros, e incluso ofrecer a empresas globales productos que están buscando".
Bañuelos dice que un inmueble certificado puede generar valores mayores de renta respecto a un inmueble convencional. Lo explica como un círculo virtuoso que permite subir de 1 a 1.5 dólares el valor de cada metro cuadrado. Así, "el inversionista recupera la inversión al mismo tiempo que está proyectado el retorno de utilidades del edificio".
Otros sistemas de puntuación verde en el mundo
BREEAM: Building Research Establishment Envioronmental Assessment Method
BEPAC: Building Environment Perfomance Assessment Criteria
Y recuerda un ejercicio que hizo la firma Coca-Cola a nivel mundial, que al experimentar medidas ambientales tuvo ahorros alrededor de 20% energéticos y una reducción en sus emisiones de huella carbono de 23 a 24 por ciento. Las medidas instrumentadas estaban destinadas, por ejemplo, al ahorro de energía, aprovechando luz natural mediante la iluminación lineal.
Cada día hay un mayor número de empresas. "Al final el tema sustentable va a ser algo que se tenga que dar por hecho, y lo que antes se asumía como la sola instalación de rociadores contra incendios en los edificios por las normas de seguridad, en un futuro va a ser prescindible".
El directivo como otros cree que la evolución del tema sustentable podría estar ligado a propuestas de incentivos fiscales, que actualmente no existen, y que se promueven como el caso del impuesto verde en la Ciudad de México.
Desafortunadamente la sustentabilidad en áreas fundamentales como lo es incluso la vivienda, aún está ligada a medidas básicas como la instalación de paneles solares, calentadores eléctricos y otras medidas que incluso forman parte de hipotecas verdes, pero que no han llegado al fondo de la problemática.
Giovanni Alou, director general de Map Energy, lo resume como una tendencia que no termina de evolucionar por la falta de un plan nacional de energía que permita analizar desde el gobierno qué sucederá con el consumo energético del país.
"Se trata de analizar qué tipo de combustible y tecnología se va a utilizar para generarla, cómo se van a reducir las emisiones de carbono (huella) y cuándo dinero se va a destinar en ello", detalla.
Mientras México está enfocado en una reforma energética que no llega, dice, en el mundo se está ya instrumentando tecnología que no sólo busca ahorrar, sino que está planteando procesos de acumulación de energía.
"Vemos alternativas tecnológicas ya en operación incluso de inmuebles residenciales como el smart read, que permite mediante sistemas automatizados realizar la distribución de tensión de energía eléctrica en función de los niveles de consumo", concluye.
Texto:claudia olguín
Foto: KPMB, ZIMBIO, SOM ARCHITECTS