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Los bienes raíces tienen ciertas virtudes que los hacen atractivos respecto a otras posibles inversiones. Aunque a lo largo del tiempo pueden presentarse eventos extraordinarios que impacten su valor en forma negativa, tradicionalmente retienen su valor en el tiempo y en general es una inversión segura.

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El futuro del mercado inmobiliario dependerá de la política monetaria que sigan México y Estados Unidos. 

Los bienes raíces tienen ciertas virtudes que los hacen atractivos respecto a otras posibles inversiones. Aunque a lo largo del tiempo pueden presentarse eventos extraordinarios que impacten su valor en forma negativa, tradicionalmente retienen su valor en el tiempo y en general es una inversión segura.

En México se están observando ciertas dinámicas positivas, como el incremento del crédito, el crecimiento de la clase media, la expectativa  de fortalecimiento de la economía mexicana a largo plazo y una población que beneficia la demanda de inmuebles.

 

José Luis Mogollón<br />Direcctor de Desarrollo de <br />Pueblo Bonito y Quivira
José Luis Mogollón
Director de Desarrollo de
Pueblo Bonito y Quivira

 

Todos esos factores son buenos para el bien raíz, porque hoy en día hay más mexicanos que pueden ser clientes para adquirir una propiedad.

En un contexto de largo plazo vemos positivo el futuro del sector, porque las bases sobre las que estamos parados son positivas.

Para el mercado residencial turístico, en particular, tener de vecinos a la economía más fuerte del mundo permite contar con una clientela potencial muy atractiva. Aunque es una situación temporal, el deslizamiento del tipo de cambio ayuda por el tipo de cliente que tenemos en este segmento del mercado, porque puede comprar más con el mismo dinero. Por ejemplo, en la actualidad, pueden encontrar propiedades en Los Cabos similar a las de Hawái o California, pero pagarán tres veces menos por su valor.

También contamos con la generación de baby boomers, que es la generación más rica de los Estados Unidos que se está retirando.

Por lo mismo, el futuro de este segmento del mercado inmobiliario también dependerá mucho de la política monetaria que sigan México y Estados Unidos y el ritmo de crecimiento que alcancen.

 


En México se presentan dinámicas positivas, como el fortalecimiento de la economía a largo plazo,  además del incremento del crédito y el crecimiento de la clase media, lo cual beneficia la demanda  de inmuebles.

 

Ventajas competitivas

 

Para el mercado hotelero vacacional como para el residencial turístico mexicano, competimos no sólo con nuestros vecinos, contra el proyecto de al lado, competimos a nivel mundial. Nuestra clientela lo mismo  deciden  venir a  Los Cabos o Mazatlán para gastar su dinero en sus vacaciones, como se va a Hawái o a Europa.

Entonces, en nuestro contexto competimos contra los mejores proyectos del mundo. Y en ese contexto, en México tenemos una seria de factores que nos pone en una ventaja competitiva relevante.

Para efectos de la experiencia memorable que quiere tener el comprador y la cada vez mayor sofisticación y exigencia del cliente, México tiene un clima maravilloso, una belleza natural que no le pide nada a nadie, tiene una gran proximidad a la economía más grande del mundo y la relación valor-precio que tenemos en México contra proyectos competitivos en cuanto a servicio y calidad es muy buena.

También tenemos una variedad de experiencias, donde lo mismo vas a un desierto, ciudad colonial, zona arqueológica, resort turístico o gran metrópoli. El servicio y cordialidad que tiene la población mexicana es inigualable.

Todo este conjunto de bondades generan experiencias que no van a encontrar en Hawái o en el Caribe y todo esto hace prever una futuro atractivo para este segmento residencial turístico a largo plazo.

 


Texto:José Luis Mogollón

Foto: Real Estate Market & Lifestyle