México es el centro del mundo, porque geográficamente está conectado con Estados Unidos y Canadá, con Centro y Sudamérica, por un océano tiene acceso a Asia y por el otro a Europa y África. Todo ello es a través del Corredor Interoceánico, de ahí la importancia logística del proyecto, a lo que se suma el desarrollo industrial que se incorpora a través de los Polos de Desarrollo.
México está bien localizado y organizado para ser un referente en la forma de hacer negocios, porque los inversionistas extranjeros ven al país con mucha confianza y no dejan de llegar en diversos sectores productivos, así lo demuestran las cifras anuales de Inversión Extranjera Directa.
Actualmente, el país está viviendo un momento histórico, único, por una parte el fenómeno del nearshoring por la reubicación de las cadenas de suministro, y por la otra el CIIT que está empezando su operación. Unir estas dos fuerzas le dará un potencial enorme a la economía local.
Hacia el interior del país, el CIIT es un proyecto que unirá a México. Hoy, muchos analistas consideran que hay dos Méxicos: uno es el de la región del centro-norte, que está desarrollado, con buena dinámica económica; pero otro en el sureste sumamente rezagado y olvidado para muchos.
Bajo esta consideración, el CIIT beneficiará al país para unirse, para que sea un solo México. Será un proyecto que va a transformar al país y a unificar la nación al impulsar el desarrollo de la región sur y equilibrar el desarrollo con el tiempo.
Hacia el exterior, es un proyecto estratégico que beneficiará a diversas naciones, principalmente a Estados Unidos, por aquello de los cuellos de botella en las cadenas de suministro global, tanto por el nearshoring como por el flujo de mercancías, sobre todo ahora que el Canal de Panamá sufre un problema por la escasez de agua que nos brinda una ventaja competitiva.
Círculo virtuoso
Los analistas opinan que el CIIT es un proyecto que generará un círculo virtuoso en la economía de la región, donde la inversión pública derramada ha sembrado las bases para atraer inversión privada, nacional e internacional, por lo que se establecerán empresas que generarán muchas fuentes de empleo, que a su vez se reflejará en mayor consumo, dinámica de la economía y una mejora social.
Independientemente de la larga historia que tiene esta obra de infraestructura, de más de 100 años, se trata de un proyecto icónico y viable desde todos los puntos de vista, no solo del presidente de la República; es el único proyecto de infraestructura de la actual administración federal que no ha sido motivo de rechazo político, inclusive la oposición está a favor, o al menos no se manifiestan en contra.
Es un proyecto completo desde el punto de vista de la logística intermodal que involucra puertos, vía férrea, carreteras, aeropuertos y desarrollo industrial. Sin embargo, se trata de un desarrollo integral porque considera más allá del aspecto económico, al incluir el desarrollo social como objetivo prioritario.
Además, se trata de un proyecto que se preparó contemplando todos los aspectos necesarios, ya que no solo se trabajó en la vía del ferrocarril, se modernizó y amplió, se pensó que ésta crearía mayor demanda para los puertos, por lo tanto también se amplían y modernizan los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos; pensando en que se atraerán barcos más grandes, se incrementó la profundidad del océano en ambos. También se trabaja en el tema carretero para ampliar las vías de acceso terrestre.
Visto de una manera integral, se creó una infraestructura de pies a cabeza para que funcione adecuadamente, por lo que debemos ver al proyecto como un todo integrado completamente. No puede haber desarrollo económico si no hay desarrollo social y tampoco habrá desarrollo social si no hay desarrollo económico.
Adicionalmente, el mejor complemento del CIIT son los Polos de Desarrollo del Bienestar (Podebis), que contribuirán con la industrialización de Oaxaca y Veracruz, atrayendo inversión privada nacional e internacional, así como generación de empleo y por ende el desarrollo inmobiliario de la región.
Precisamente éste es un gran diferenciador respecto al Canal de Panamá, porque se logrará hacer manufactura, no solo transportar mercancías de un océano al otro, sino transformar en los parques industriales materias primas o componentes que llegarán de otras partes del mundo a México, para tener productos terminados que podrán ser exportados a Norteamérica.
Aquí hay una gran oportunidad para que el nearshoring tenga beneficios directos al sureste del país, no solo en el Norte y Bajío.
El tema de recibir mercancías, transformarlas y luego mandar un producto terminado a otros mercados, es completamente diferente a lo que se hace en el Canal de Panamá.
Sin gran promoción pública
Se tiene la percepción de que el CIIT ha sido el proyecto menos promocionado desde el mismo gobierno federal y muy probablemente eso se deba a que hasta la oposición está de acuerdo con él. A diferencia del Tren Maya, de la Refinería Dos Bocas o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el CIIT ha sido ajeno al tema político.
Sería difícil pensar en que hay alguien que se oponga a esta magna obra, por ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador le puso mucho empeño, con visitas constantes para supervisar las obras; los analistas afirman que le invirtió mucho tiempo para que al cierre de su administración sea una obra en operación, para que sin importar quién gobierne el siguiente sexenio, entre la Iniciativa Privada y los tres niveles de gobierno hagan que funcione.
Desde el punto de vista político, lo mejor de todo es que, sin importar quién encabece la próxima administración federal, le dará continuidad legal. Es un proyecto que ofrece certeza, que ya tiene sembrada la semilla o las bases más importantes, pero corresponderá a los mexicanos continuarlo, es decir, a la industria privada, a los inversionistas, a los desarrolladores, a todos los involucrados en los diferentes proyectos que componen esta magna obra.
Podemos decir que las encuestas que han aplicado diversas empresas entre la población de Oaxaca y Veracruz, la gente ve el desarrollo con el proyecto y lo percibe como un beneficio, hecho muy importante porque no se podría trabajar sin la sociedad.
Proyecto transformador en marcha
El CIIT ya está abierto, los puertos siguen en operación y están en ampliación y modernización, los trenes ya transitan y se generó una estructura que hará sinergia con el Tren Maya.
Vincular la línea férrea del Corredor Interoceánico (Z) con el Tren Maya, a través de la línea FA que llega a Palenque, y una línea más que es la K que llega hasta Puerto Chiapas, en Tapachula, genera también un círculo sumamente interesante de conectividad y economía. Hay que ver más allá, porque se pretende unir a la nación por medio del ferrocarril.
En general, tanto el CIIT como el Tren Maya han generado un empuje al sector férreo y se prevé haya continuidad con obras en diferentes zonas del país. Hay que recordar que desde el pasado 20 de noviembre de 2023, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se declara área prioritaria para el desarrollo nacional la prestación del servicio público de transporte ferroviario de pasajeros en el Sistema Ferroviario Mexicano.
A partir de lo cual la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT) estudia cinco proyectos que parecen ser viables:
- Tren Buenavista-Tula-Querétaro-León-Aguascalientes
- Tren Manzanillo-Colima-Guadalajara-Irapuato
- Tren México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo
- Tren México-Querétaro-Guadalajara-Tepic-Mazatlán-Nogales
- Tren Aguascalientes-Chihuahua-Ciudad Juárez
Si bien se considera que a nivel mundial los trenes de pasajeros no son negocio, más bien requieren subsidios, lo relevante es el impacto que generan en lo económico y social en las zonas de influencia de las rutas férreas, desde las mismas estaciones que son susceptibles de convertir en polos de desarrollo a cada una e involucrar a la población a través de la vivienda y la actividad comercial que se puede impulsar en cada terminal. Adicionalmente, cuánto vale que la población pueda subir a un tren e irse a trabajar, simultaneamente se vuelve un tema turístico por todo el país.
Debemos ver al ferrocarril como las arterias de México, porque a través de las múltiples conexiones se puede recorrer al país, con un elevado nivel de seguridad.
Proyecto con disciplina
Uno de los elementos menos visibles en la evolución del CIIT es que desde que se puso a cargo a una institución, como la Marina de México, se le inyectó disciplina al mismo, que es una de las características de dicha institución.
Y esa misma disciplina se ha transmitido a las empresas privadas que participan en el proyecto, por el seguimiento de los lineamientos que se le da a las obras.
Esa misma institución, por la estructura que tiene, sin importar quien encabece el próximo gobierno federal, le dará la debida continuidad, por lo cual no es un tema el dejar obras inconclusas.
Por lo tanto, la cadena de mando que se estableció en el proyecto, de puertos, estaciones y líneas férreas, propiciará que las obras continúen hasta culminarlas.
Texto:Ricardo Vázquez
Foto: Unidad de Comunicación Social de la Secretaría de Marina / ANDY TRAVEL /