Sin embargo, esto ha generado, a su vez, una significativa presión al Sistema Eléctrico Peninsular (SEP), debido a que mientras la demanda eléctrica a nivel nacional crece a un ritmo de 3% cada año, en la Península de Yucatán lo hace a una tasa anual de 10 por ciento.
La necesidad que tiene Yucatán de más energía para alimentar su creciente desarrollo es clara. No obstante, solo hay dos formas de lograrlo: Mediante una interconexión robusta al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), o bien, con más generación eléctrica dentro de la Península de Yucatán.
El revertido aislamiento histórico de Yucatán al del resto del país en diferentes rubros, que se observa actualmente, no es menos cierto en temas eléctricos, por lo que el SEP prácticamente opera como una isla energética, pues tiene una muy limitada capacidad de interconexión al SEN de tan solo 1,050 MW.
En cuanto a generación, encontramos que se cuenta con una capacidad instalada del orden de 2,000 MW; pero, por temas del natural envejecimiento de las plantas, la pérdida de eficiencias, la falta de combustibles y distintos temas de mantenimiento, normalmente se puede contar con generación peninsular del orden de tan solo 1,400 MW. Lo cual, aunado a la energía traída desde el SEN, es apenas suficiente para cubrir la demanda máxima esperada para este año de 2,400 MW.
Es así como el reto eléctrico Peninsular se vuelve evidente, mismo que se debe resolver en dos vertientes: Primero, mediante el robustecimiento de la interconexión del SEP con el SEN; segundo, mediante el incremento de la generación eléctrica dentro de la Península.
El primero es un problema heredado a la actual administración federal, y en la cual ya se trabaja en resolver; el segundo, en cambio, deberá ser resuelto en coparticipación por la autoridad y el sector privado. Yucatán enfrenta también un reto de disponibilidad de combustibles fósiles, lo que agrega mayor complejidad al asunto y decanta claramente la solución: Energías Renovables.
Por eso, las distintas empresas asociadas en la Agrupación Peninsular de Energías Renovables (APER) hoy desarrollan más de una veintena de proyectos eólicos y solares en la entidad, en adición a los tres proyectos eólicos y dos solares que ya se encuentran en operación y que hoy generan cerca del 25% del total de la energía consumida en el estado. Energía Renovable a la que, si se le agrega el importante porcentaje de Energía Limpia que aporta la Comisión Federal de Electricidad (CFE), nos permite con orgullo afirmar que el consumo energético de Yucatán se aproxima al 50%, lo que pone al estado a la vanguardia en el esfuerzo de combate al cambio climático global.
En la APER estamos trabajando convencidos de que Yucatán tiene un futuro con energía sostenible para impulsar un desarrollo en armonía.
“El futuro de la energía es eléctrico, y el futuro de la electricidad es renovable”.
Texto Benigno Villarreal
Foto: francisco cardozo / selvapits