En México y en otras partes del mundo, el acceso al crédito hipotecario para los jóvenes se ha vuelto más complicado en años recientes, lo que ha dificultado la adquisición de viviendas. Esto se debe al aumento de las tasas de interés y, en casos particulares como el de México, a un fuerte incremento en los precios de vivienda.
La edad promedio de quienes solicitan un crédito hipotecario bancario oscila entre los 36 y 40 años; sin embargo, los expertos coinciden en que no existe una edad específica o ideal para solicitarlo. Lo importante es que la persona esté lista para hacerlo o lo necesite.
No obstante, es crucial considerar que, cuanto más joven se solicite un crédito hipotecario para adquirir una casa o departamento, mejores serán las expectativas de acceder a propiedades más valiosas con el tiempo, ya sea en tamaño o en ubicación.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la media de edad de los mexicanos es de 29 años, reflejando una estructura demográfica joven que sigue siendo un factor relevante en la planificación de políticas públicas y sociales en México. Esta población requiere soluciones habitacionales adecuadas.
Desafortunadamente, en los últimos tres años se ha observado un fenómeno en el que el fuerte repunte de los precios de la vivienda, sumado al incremento de las tasas de interés en los créditos hipotecarios, ha complicado el acceso de los jóvenes a este tipo de financiamiento.
El impacto en la mensualidad
Enrique Margain, director ejecutivo de Préstamos a Particulares de HSBC, presentó un ejercicio práctico que ilustra esta situación. Tomando como ejemplo un financiamiento del 80% del valor de un inmueble, un crédito hipotecario a 20 años por un millón de pesos en 2020 implicaba un pago mensual de 8 mil 900 pesos. Sin embargo, debido a los ajustes al alza en las tasas de interés, la mensualidad aumentó año con año, alcanzando los 14 mil 400 pesos en marzo de 2024.
Este incremento en las tasas de interés provocó que el pago mensual de una hipoteca promedio subiera un 61.8% en los últimos cinco años. Bajo este contexto, junto con el constante aumento en los precios de las viviendas, ha complicado que la generación más joven acceda a una casa o departamento.
Para Enrique Margain, el valor de las viviendas se ha distanciado de los niveles de ingreso, lo que dificulta aún más la adquisición de una vivienda para los jóvenes. “Por eso, hoy en día es más difícil comprar una vivienda”, lo que ha llevado a que las personas tarden más años en poder hacerlo.
Alternativas para los jóvenes
Al consultarle sobre posibles soluciones, Margain sugirió que los bancos deben ser más flexibles y creativos para facilitar el acceso de la población joven al crédito hipotecario.
“En HSBC, ante esta situación, hemos ampliado los plazos de financiamiento, especialmente en la parte cofinanciada, de 20 a 25 años, lo que permite otorgar una mayor línea de crédito”, explicó. Además, al extender el plazo del financiamiento, ya sea en pago fijo o pago creciente, se puede incrementar la línea de crédito hasta en un 13% o, en su caso, reducir la mensualidad hasta en un 11por ciento.
“Todo esto ayuda a que las personas sigan teniendo la posibilidad de adquirir una vivienda a través del crédito. Este problema no solo se presenta en México, sino en diferentes partes del mundo, ya que el valor de las viviendas se ha ido alejando de los perfiles de ingresos de los jóvenes. ¿Qué se está haciendo? Incrementar los plazos, permitir que los ingresos sean familiares o consolidarlos entre padres, hijos o hermanos. Un ejemplo es el producto de cofinanciamiento Unamos Créditos de Infonavit, que permitirá a personas sin parentesco adquirir una vivienda juntos, utilizando ingresos cofinanciados o coacreditados”, agregó el entrevistado.
Es necesario implementar medidas para ayudar a los jóvenes a adquirir a una vivienda. Los productos hipotecarios con pagos crecientes (pero con tasas fijas) colaboran en la accesibilidad para los jóvenes, ya que se espera que, con el tiempo, su situación laboral y profesional mejore, permitiéndoles cubrir los ajustes anuales en la mensualidad sin complicaciones.
En este sentido, Margain reiteró que esquemas como Unamos Créditos de Infonavit o la compra de vivienda en conjunto, agrupando ingresos (coacreditados), son opciones viables para que los jóvenes puedan adquirir una vivienda en propiedad. Hacer una combinación de ingresos para comprar una vivienda a una edad temprana, antes de los 30 años, es una buena alternativa.
Por su parte, Romualdo Mata González, director de la Red Hipotecaria de BBVA México, comentó que en su institución han flexibilizado ciertos aspectos en sus productos hipotecarios para facilitar el ingreso a los jóvenes, trabajando bajo el esquema de coacreditación y evaluando opciones de pagos crecientes. “Con estas medidas, estamos impulsando el acceso de los jóvenes a la vivienda”.
En cuanto a la extensión de los plazos, Mata González no ve mucho beneficio en hacerlo, ya que extender de 20 a 25 años no reduce significativamente la mensualidad y, en cambio, implica un mayor pago de intereses a lo largo del plazo.
Recomendaciones para acceder a un crédito
Independientemente del tema coyuntural, para que los jóvenes puedan acceder en el presente y en el futuro a un crédito hipotecario, las siguientes son algunas recomendaciones esenciales:
- Estabilidad laboral: Una de las primeras recomendaciones es mantener una estabilidad laboral. Los jóvenes deben asegurar que tengan un empleo formal y estable, ya que las instituciones financieras suelen requerir un historial laboral sólido antes de otorgar un crédito hipotecario.
- Historial crediticio: Es fundamental construir y mantener un buen historial crediticio. Para ello, los jóvenes deben comenzar a utilizar productos financieros como tarjetas de crédito, siempre asegurándose de pagar puntualmente para demostrar responsabilidad financiera.
- Ahorro para el enganche: Se sugiere que los jóvenes empiecen a ahorrar desde temprano para poder cubrir el enganche de la propiedad, que usualmente es entre el 10% y 20% del valor del inmueble. Esto no solo facilitará la aprobación del crédito, sino que también permitirá acceder a mejores condiciones de financiamiento.
- Conocimiento y comparación de opciones: Es crucial que los jóvenes se informen y comparen las diferentes opciones de créditos hipotecarios disponibles en el mercado. Deben considerar factores como las tasas de interés, los plazos de pago, y las comisiones asociadas para elegir la opción que mejor se ajuste a sus necesidades.
- Asesoría profesional: Buscar asesoría con profesionales en finanzas y bienes raíces es otra recomendación clave. Esto ayuda a los jóvenes a tomar decisiones más informadas y a entender mejor el proceso de adquisición de un crédito hipotecario.
- Disciplina financiera: Mantener una disciplina financiera es esencial. Esto incluye no solo el ahorro para el enganche, sino también la gestión responsable de otros gastos y deudas, para no comprometer la capacidad de pago del crédito hipotecario.
- Planificación a largo plazo: Finalmente, se recomienda tener una visión a largo plazo, considerando cómo el crédito hipotecario encajará en su vida futura. Evaluar los riesgos y beneficios de adquirir una propiedad en diferentes momentos de la vida es vital para tomar una decisión que favorezca su bienestar financiero a largo plazo.
Todas estas recomendaciones de expertos pretenden facilitar a los jóvenes el acceso a un crédito hipotecario de manera responsable y bien informada.
Texto: Ricardo Vázquez
Foto: Real Estate Market & Lifestyle